SIN CORTAPISAS

Por: Claudia Vázquez Andrade

No más reelección

La reforma electoral que envió la presidenta Claudia Sheinbaum al Congreso de la Unión, tiene como propósito acabar con el nepotismo y la reelección que actualmente se permite para alcaldes, senadores, diputados locales y federales.

La iniciativa, propuesta de la mandataria nacional será analizada en comisiones de la cámara baja y obvio que será aprobada por la mayoría morenista, aunque, a decir verdad, ésta debería ser apoyada por todas las fracciones políticas, para que sin mayores contratiempos sea aprobada también en el senado.

Sin lugar a dudas que se tiene que reconocer que fue una mala idea instituir la reelección, porque en muchos lugares del país hubo y hay gobiernos municipales que terminaron convertidos en cacicazgos.

Y eso sucedió porque con el manejo del poder, el alcalde en turno primero logró relegirse, como es el caso de Reynosa, con Maki Ortiz, quien “heredo” la alcaldía a su hijo, Makito que también se reeligió, y en otros lugares heredaron a esposa, mamá o afecto cercano.

Con ello provocaron, claro, los malos gobiernos, porque algunos de los municipios terminaron estancados por los manejos oscuros que hicieron y que cubrieron unos con otros. Hoy, con esta reforma, se prohíbe la reelección en todos los puestos de elección popular, pero, además, imposibilita que un político contienda por un puesto que este ocupado por algún pariente, o consanguíneo.

Así que, la iniciativa ahí está ya en poder de los diputados federales, y quizás el único inconveniente es que entrará en vigor hasta el año 2030, o sea, en el último año de gobierno de la presidenta Sheinbaum. La iniciativa sin lugar a dudas que es buena, pero hay una pregunta, ¿Por qué hasta el 2030? Y no en el 2027, fecha en la que habrá elecciones intermedias. Porque queda la percepción que se apegó a la cultura de la legalidad de nuestro país, con el dicho aquel que dice; Hágase la voluntad de Dios en los bueyes de mi compadre.