Antuna rescata al Tri de un papelón
Agónico triunfo para la Selección Mexicana en un estadio Nemesio Diez con poco aforo y una afición sin mucho interés en el rival, el Tri derrotó 2 a 1 a Bermudas en el último partido del 2019 para el Tri.
El combinado nacional cerró con dudas la fase de grupos de la Liga de Naciones de la Concacaf, competencia en la que ya se encuentra calificado a las semifinales.
El arranque del encuentro no fue a modo para los dirigidos por Gerardo Martino. Ante todo, pronóstico Bermudas dio el primer zarpazo poco antes de los 10 minutos de partido. Tras una falta en los linderos del área, el cuadro caribeño cobró con un centro preciso que terminó por rematar Dante Leverock aprovechando la mala marca de la zaga nacional.
El estadio enmudeció por algunos instantes para después dar paso a la rechifla hacia los escasos isleños que se dieron cita en Toluca y festejaron el tanto.
México intentó responder con un par de disparos de larga distancia de Orbelín Pineda y José Juan Macías, que sin éxito buscaron sorprender al portero Dale Eve.
Fue hasta el minuto 26 cuando apareció la genialidad de Sebastián Córdova, una de otro partido.
El juvenil del América recortó y luego sacó un potente y preciso zurdazo que se incrusto en el ángulo del marco rival para despertar a la afición y hasta al equipo que a partir de ahí generó las opciones más importantes.
La oportunidad de ampliar el marcador se perdió cuando Macías no logró capitalizar un centro de Jorge Sánchez con un disparo que pasó muy por encima del marco rival.
La tónica fue la misma al arranque de la segunda mitad, Bermudas busco el error e inquieto nuevamente cuando Nahki Wells y Justin Donawa orquestaron una pared en el área que para fortuna mexicana no culminó en gol.
El Tata quemó sus naves con los ingresos de Rodolfo Pizarro, Roberto Alvarado y Raúl Jiménez a la espera de romper el empate. El esfuerzo rindió frutos cuando Antuna entro al área y venció al portero caribeño para finiquitar el partido al minuto 93. El Tri tuvo que conformarse superar apenas por un gol a un rival que llegó en calidad de víctima.