SIN CORTAPISAS

SIN CORTAPISAS

Por: Claudia Vázquez

⁠¿No son iguales?

Las buenas intenciones del gobierno de la cuarta transformación no terminan de “aterrizar” de tal suerte que las acciones de unos, por no decir de muchos funcionarios, terminan por provocar que el ciudadano común descalifique y deje de creer en la popular frase del “peje”, “no somos iguales”.

Ejemplos a nivel nacional han sido múltiples y ahí están en las redes sociales las denuncias de presuntos abusos de poder y corrupción de funcionarios federales, aunque, a decir verdad, en las entidades del país las prácticas no son distintas.

En lo “cortito”, es decir; aquí en Tamaulipas, se asegura que presuntamente hay indicios de corrupción en la Oficina del Registro Civil capitalina, en donde a decir de los quejosos algunos empleados de la dependencia les ha dado por hacer “negocio” con la responsabilidad que les confirieron.

Una actividad ilícita desde luego, que les ha permitido acrecentar su capital económico y hoy se dan el lujo de adquirir vehículos, amén de poder visitar restaurantes de moda o ser generosos con sus “amistades”.

De acuerdo a las quejas, en el Registro Civil del Estado, no hay trámite que no se pueda realizar, siempre y cuando se tengan los pesos suficientes para pagar por ello.

¿Quiere cambiar su fecha de nacimiento sin mayores trámites? ¿Necesita alterar su registro de casamiento? ¿Qué no le gustó el nombre que le pusieron sus padres? ¿Qué la fecha de defunción de sus familiares no le permite concluir un trámite?, usted no se preocupe por esos detalles, porque, aunque todo se puede realizar de manera legal, claro; siguiendo los procedimientos establecidos, con “algunos servidores” lo arregla en un abrir y cerrar de ojos.
Claro que tiene costo, y aseguran los que ya han pagado por esos “tramites”, que las tarifas han llegado hasta los 15 mil pesos por “favor solicitado”.

Pero dicen que quienes realizan este tipo de acciones, no tienen temor a sus jefes, están haciendo y deshaciendo, porque se asegura que supuestamente están apadrinados del tercer piso del edificio del 15.

¿Verdad o no?, eso solo los empleados del Registro Civil lo saben porque ese tipo de hechos siempre son secretos a voces, pero, ademas; aseguran que “los servidores” no pueden pasar desapercibidos, por los lujos que hoy ostentan.

En fin de nada sirven las promesas si no van acompañadas de buenas acciones.

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