Sin lucha, no hay bienestar

Sin lucha, no hay bienestar

Por: Antonio Macías Ruiz

Sin lucha, no hay bienestar

Los derechos humanos fundamentales, entre otros, la salud, educación trabajo, seguridad, son la guía del servicio público para que el bienestar beneficie a todos y no de pocos, pero ese bienestar solo se logra con organización, información y lucha.

Las experiencia y la historia nos enseña que no basta votar, sino que es necesario que la ciudanía se organice para vigilar los gobiernos, y para eso tenemos que informemos de los asuntos de gobierno y que nos coordinemos con las autoridades con planes y programas de bienestar general que se formulen escuchando a la ciudadanía organizada.

La experiencia y la historia nos enseña que gobierno sin vigilancia ciudadana, gobierno que se corrompe, porque, a mayor poder sin control mayor riesgo de corromperse.

Ciudadanía sin poder para ser escuchada y sin poder para revocar el mandato o nombramiento a funcionarios que no cumplen con la ley es, una ciudadanía sin poder. Para ser respetada tiene que construir fuerte poder ciudadano a partir de la manzana, colonia, sector y poblado rural; reunirse para informarse y analizar los problemas grandes y pequeños y proponga soluciones a los gobiernos y coopere en su aplicación.

Las experiencia y la historia nos enseña que los controles del poder público son deficientes y también nos enseña que es deficiente el control del inmenso poder de algunos grupos privados a los que el filósofo del derecho, Luigi Ferrajoli llama, poderes salvajes. Parte de ese control puede lograrse mediante la consulta que los gobiernos deben hacernos sobre los asuntos de mayor interés social, cultural y económico. Ese control también puede hacerse dando poder a la ciudadanía para que revoque el cargo o nombramiento a los funcionarios que violan la ley. Ese poder lo autoriza la Constitución Federal, en su artículo 39, el que ordena que, todo poder dimana del pueblo y se instituye en beneficio de este. Por tanto, la ciudadanía es el primer nivel de gobierno según la Constitución Federal, pero aún no terminamos de construir ese primer nivel de gobierno.

La experiencia y la historia nos enseña que no basta tener gobierno federal, estatal y municipal, sino que es necesario terminar de construir el primer nivel de gobierno, el poder ciudadano. No es fácil, pero nos conviene hacer una nueva historia en la que se garantice bienestar para todos, continuo y progresivo, y solo es posible cuando la ciudadanía se organice como primero nivel de gobierno. Si hay muchas organizaciones sociales, pero no falta que se unan en torno a intereses comunes. Difícil, sí, pero sin lucha en torno a intereses comunes, no tendremos mejores gobiernos, ni mejor sociedad, ni bienestar general.

¿Usted qué opina? Le saluda Antonio Macías Ruiz.

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