SIN CORTAPISAS.
Por: Claudia Vázquez Andrade.
¡Y le llamaron traidor!
Hay una frase que dice: “lo que no suena lógico, suena metálico”, y otra: “donde aprietan no hay escurrimientos”, y alguna de estas frases, sino es que las dos, se aplicaron para “convencer” al senador Miguel Ángel Yunes Márquez, apoyara a la bancada de Morena provocando su relevo en la cámara alta con su padre, Miguel Ángel Yunes Linares.
Este día sin lugar a dudas que quedará inscrito en el libro de la historia política del país, porque quiérase o no, Morena, con el voto a favor o bien la abstención de Yunes Linares, alcanzará la llamada mayoría calificada y aprobará la reforma jurídica.
Y claro que también consignará a los todavía panistas Yunes, padre e hijo, porque con su voto o ausencia, darán a Morena la satisfacción de sacar adelante la iniciativa del casi ex presidente Andrés Manuel López Obrador.
De alguna manera el “judas” como ya se le llama al ex gobernador de Veracruz, al que incluso una de sus compañeras de bancada le aventó 30 monedas a su paso, justificó la determinación que tomará a la hora de votar la dichosa reforma, pues expuso en tribuna la amenaza de expulsión y acoso de su líder nacional y también senador, Marko Cortes. Claro que Yunes Linares también justificó la solicitud de licencia de su hijo, del que dijo, una lesión en las cervicales le obliga a dejar la curul y por ello le releva.
Así que, podría presumirse que no hay o habrá impedimento alguno para reformar al poder judicial, pero también es o será el principio de un poder absoluto logrado gracias al senador Yunes Linares, claro, esto de concretarse, la presunción que sus pendientes lo llevará a sumarse, aunque sea con su ausencia, al proyecto de la cuarta transformación. Bien dicen; la libertad es un privilegio que no tiene precio.