SIN CORTAPISAS.
Por: Claudia Vázquez Andrade.
La relación Sheinbaum-Villarreal.
Como el sepulcro de la esperanza de la ex aspirante presidencial, Xóchitl Gálvez, se puede considerar la constancia de mayoría que le fue expedida y entregada a la hoy presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo.
Con este acto, podemos decir que se bajó el telón del proceso electoral federal 2023-2024, y con esto, también cualquier argumento jurídico que pudiera cambiar el resultado de la elección y mucho menos
la determinación del tribunal electoral.
Así que, a partir del uno de octubre de este 2024, en México se escribirá una nueva historia de gobierno, con quien será la primera presidenta del país.
Las mujeres de México, bueno, quizás la gran mayoría, han de sentir satisfacción por el arribo de Claudia Sheinbaum a la silla presidencial, porque con ella cierran un ciclo que duró 200 años.
Las expectativas de los mexicanos sobre el gobierno de Sheinbaum, son muy altas, por lo menos de la gran mayoría, que son precisamente quienes la llevaron al triunfo.
Y también habrá que decirlo, que en los estados igual se abriga la fe de un futuro mejor, sobre todo en aquellos en donde la relación Estado-Federación, fueron cordiales y empáticas, y que la actual presidenta electa dejó constancia del mismo afecto, como es el caso de Tamaulipas.
Una muestra de esa relación que se presume, porque además así se muestra, es la presencia del mandatario tamaulipeco Américo Villarreal Anaya en este acto protocolario, que pocos podrán presumir.
La relación Sheinbaum-Villarreal, quizás se fortaleció aún más, no solamente por la coincidencia ideológica, sino por la inclinación del gobernador tamaulipeco a fortalecer a la mujer, a la cual incluyo de manera igualitaria, y quizás con mayor presencia en su gobierno.
Amén de la serie de apoyos económicos, materiales y humanos que ha destinado a través del instituto de la mujer tamaulipeca para evitar sean víctimas de la violencia en todas sus modalidades.
En fin, jurídicamente no hay nada que impida, que este uno de Octubre Claudia Sheinbaum Pardo, tome protesta como primera presidenta de México, y no solo de continuidad a una estrategia de transformación que promete mayor bienestar, sino también, se espera que se escriba una historia diferente para el futuro de los mexicanos.