SIN CORTAPISAS

Por: Claudia Vázquez Andrade
Sin pena y sin gloria.

Está por concluir el año 2025, y el balance de resultados de las diversas dependencias de gobierno de los tres órdenes, incluyendo los organismos autónomos, no son del todo satisfactorios, aunque claro que la evaluación de prestación de servicios y resultados oficiales siempre dependerán de cada persona, ahora sí que como se diría en el pueblo; como le haya ido en la feria.
Ejemplos, como siempre, varios, pero por citar alguno, está la polémica Comisión Estatal de los Derechos Humanos, un organismo que hoy por hoy es considerado por la mayoría de los tamaulipecos, como un “elefante blanco”, porque es un organismo carente de facultades sancionadores, de tal manera que sus dictámenes, llamados recomendaciones, no tienen impacto alguno en los “acusados”, porque no pasan de ser un llamado de atención.
Y esto, cuando la famosa “Comisión” concluye una “investigación” y emite el dictamen, porque generalmente, bueno, por lo menos es la percepción ciudadana, procura no meterse a fondo en las quejas que recibe y las mira “por encimita” para no causar ruido e incomodidad a los acusados.
Por supuesto que los tamaulipecos están hartos de contar con organismos como estos que solo cuestan al erario y no benefician en nada al ciudadano común.
Y claro que hay quienes puedan pensar que opiniones como estas son “grillas baratas”, sin embargo, ahí están casos de quejas contra las Comapas por el corte de suministro del llamado vital liquido, hecho que se considera inconstitucional, pero pues las “recomendaciones” no amedrentan a los gerentes, y por ende los inconformes se quedan como tal.
O que me dice de las quejas en contra de los servicios que presta el sector salud, IMSS, ISSSTE, y los del estado por la falta de medicamentos, insumos, personal médico, las citas muy distantes, las denuncias en contra de las escuelas, los cuerpos de seguridad pública, y tantos y tantos más.
En fin, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos terminará un año más, como ha vivido los anteriores, sin pena y sin gloria, viendo pasar el tiempo, haciendo lo que sabe hacer y claro, cobrando también.