SIN CORTAPISAS

Por: Claudia Vázquez Andrade
Los errores cuestan
Estamos cerrando el año 2025 con una alerta sanitaria en México ante el incremento de casos de sarampión, que ha causado hasta el 19 de este mes, la muerte de 24 personas, lo que lleva a recordar que este virus es altamente contagioso y puede tornarse grave sino se detecta a tiempo y se contiene a través de la vacuna correspondiente.
Quizás, escuchar que murieron 24 personas por esta enfermedad viral no se vea tan grave, sin embargo, habría que tomar en cuenta que el sarampión y otras enfermedades que han regresado, se encontraban erradicadas del país a través del esquema nacional de vacunación.
De tal suerte que, ante la información de la misma Dirección General de Epidemiología, que asegura tienen un registro de cinco mil 860 casos confirmados en el país, obliga a la autoridad, o por lo menos así debería de ser, a tomar las medidas preventivas necesarias para evitar su avance y más muertes.
Esperemos que la federación reaccione y actúe en cuanto a salud se refiere, porque en el último sexenio, este sector, se puede decir, cayó en un estancamiento, de tal manera que hoy en día la demanda recurrente del derechohabiente es la falta de medicamentos, insumos, personal médico, y vaya, hasta programas como el esquema nacional de salud que daban resultados, fueron minimizados, de ahí que se haya vuelto común la falta de biológicos.
Esperemos que el gobierno en turno evalúe con responsabilidad, sin colores, sin fobias ni filias políticas los programas sociales que instrumentaron los gobiernos llamados prianistas, que funcionaban bien, que daban resultados, como es el caso de el esquema nacional de salud, entre otros.
Claro que habrá también quien recuerde que los gobiernos prianistas abusaron del manejo del poder y de los recursos, pero eso no significa que los sistemas y mecanismos instrumentados en beneficio social no funcionaban.
Entonces, deberían mantenerlos y reforzarlos, con la convicción de que quienes hoy los manejen y administren no son iguales a los que se fueron y que la corrupción ya no forma parte de su gobierno.
En pocas palabras, que se haga lo que se tenga que hacer, pero que no se permita el regreso de enfermedades que ya estaban erradicadas y que hoy están provocando muertes.