SIN CORTAPISAS
SIN CORTAPISAS
Por: Claudia Vázquez Andrade.
UAT; con rumbo y mando.
La llamada máxima casa de estudios de Tamaulipas, o sea, la Universidad Autónoma de Tamaulipas, ha sido el alma mater de la mayoría de los tamaulipecos profesionistas, y para nadie es un secreto que ha tenido sus altas y bajas, de tal forma que los rectores que han pasado por ella han escrito para bien o para mal su propia historia, tanto en la institución como en los estudiantes que han pasado por ella.
Esto viene a colación porque hoy en día, todo hace indicar que la UAT está en el mejor de sus momentos y ello se debe a la pasión que ha puesto en su responsabilidad el rector Dámaso Anaya Alvarado.
Claro que cada quien tiene su propia opinión, dependiendo de lo que haya visto, escuchado o le hayan referido los mismos estudiantes o integrantes de los diversos grupos que existen al interior de las facultades.
Y como suele suceder, y no es privativo de la UAT, pues pasa casi siempre en todas las posiciones de gobierno o de poder, cuando alguien alcanza un puesto, a la vuelta de los días, los detractores o los mismos grupos disidentes ya lo están “cesando” o reubicando, como sucede ahora mismo con el rector Dámaso Anaya.
Pero la verdad es que la mejor opinión en cuanto a resultados se refiere en la UAT, la tienen precisamente los universitarios, y los maestros, claro, los que se mantienen al margen de grupos e intereses ajenos a la educación y se dedican a impartir cátedra como corresponde a su responsabilidad.
Lo que sí es sabido por todos, es que este tiempo rectoral de Dámaso Anaya, la Universidad Autónoma de Tamaulipas de alguna manera se ha transformado y se ha posicionado en los mejores lugares en evaluación, amén de la imagen negativa que se tuvo por años.
Basta recordar aquellos anuncios donde solicitaban profesionistas con la leyenda agregada… egresados de la UAT-no.
Bueno, pues eso ya cambió, con el agregado del crecimiento que ha tenido en esta administración en cuanto a expansión académica con 13 nuevas carreras, incluso en sus planes, como es el proyecto ambicioso, por su costo, de construir el hospital universitario en Tampico, y la creación de la carrera de medicina en esta capital.
¿Que eso está en veremos? Es cierto, pero también es cierto que el rector Dámaso Anaya no ha escatimado en tiempo y esfuerzo para tocar puertas en la ciudad de los palacios para lograr el apoyo económico necesario por parte de la federación.
Se puede decir que la UAT avanza, como dirían en el pueblo, pian, pianito, y los disidentes tendrán sus argumentos, pero como respuesta la UAT tiene sus logros en números, y esos no mienten, como pudiera suceder con las encuestas.
Ahora sí que como dice el dicho popular; hechos son amores, y los estudiantes de la UAT pueden presumir que ahora son “apapachados” como hace años no sucedía.