SIN CORTAPISAS
Por: Claudia Vázquez
La caída del muro protector
Como un nombramiento anunciado se podría considerar la designación de Jesús Eduardo Govea Orozco, como Fiscal General de Justicia de Tamaulipas, proceso que concluye mañana con la toma de protesta correspondiente, para finalmente tomar posesión del puesto el próximo 16 de diciembre.
Como es de todos sabidos, el aun fiscal anticorrupción, y digo aun porque no se ha informado si ya renunció o no a ese encargo, formó parte de la terna que envió el ejecutivo estatal al Congreso del Estado, y estos a su vez tomaron la determinación final, que fue elegirlo.
Como usted recordará, para competir por el relevo del aun Fiscal General Irving Barrios Mojica, se inscribieron un total de 40 aspirantes, entre hombres y mujeres, de los cuales se excluyó a uno de ellos por no cumplir con todos los requisitos establecidos, y de los 39 restantes se envió al gobernador Américo Villarreal Anaya, dos listas con tres candidatos cada una; uno de hombres y otra de mujeres.
Se asegura que la elección fue difícil por lo reñido de la competencia, sobre todo, por que cual quiera de ellos merecía ser electo, pero al final se impuso la mayoría de votos.
En fin, ahora sí que como dirían los panistas, haiga sido, como haiga sido, ya hay nuevo Fiscal General de Justicia en Tamaulipas, bueno, hasta ahorita en calidad de “electo”, y este tendrá una permanencia de siete años, 2024-2031.
Se podría decir que al igual que el cabecismo, la presente administración lo heredará a su sucesor, porque la actual legislatura, pese a que se manifestó inconforme por la herencia, no legisló para cambiar el tiempo del encargo, de tal suerte que Govea Orozco será un fiscal transexenal, sí, como el llamado “fiscal carnal”.
Por lo pronto, y a reserva de conocer la identidad de quien releve en la fiscalía anti corrupción a Govea Orozco, se puede presumir que con su arribo a la Fiscalía General, renace la esperanza del ciudadano común para que sean llamados a cuentas todos aquellos ex funcionarios que tienen una denuncia ante esa dependencia.
Porque la precepción ciudadana, incluso de las mismas autoridades estatales, es que la fiscalía protegía al ex gobernador y sus colaboradores más cercanos, de ahí que no se haya visto acción decidida en contra de los ex funcionarios que fueron denunciados en los más de 100 expedientes presentados ante las diversas instancias de justica.
Con la llegada de Jesús Eduardo Govea Orozco a la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas, cae el último muro protector del cabecismo, de tal forma que no habrá argumento alguno valido para dejar pasar el tiempo, y con ello la acción de la justicia