SIN CORTAPISAS

SIN CORTAPISAS

Por: Claudia Vázquez Andrade
¿“Cuota de paso” por Tamaulipas?
En el Congreso de Tamaulipas “cocinan” una nueva reforma de ley, bueno, por lo menos ya fue puesta sobre la mesa, y ésta fue presentada por el grupo parlamentario del Partido Acción Nacional, y consiste en modificar el Código Municipal y la Ley de Tránsito del Estado para que todos los vehículos foráneos y unidades comerciales paguen por el uso de la infraestructura urbana.
En pocas palabras, se pretende que todo aquel automovilista o vehículo de carga foráneo, entiéndase que trae placas de otro estado, que transite por alguno de los municipios de la entidad, pague por usar las calles.
La propuesta de Gerardo Peña Flores, estima una cuota de cinco y hasta Diez pesos por uso de la infraestructura municipal.
El argumento para esta “idea”, es que, con estos ingresos se evitaría el aumento de impuestos a los tamaulipecos en todas sus modalidades, y estos se utilizarían para la infraestructura vial y el mantenimiento de la misma.
¿Y la propuesta es buena? Claro, si el fin es recaudar, sin embargo, hay dos cosas que se deben considerar: Una; que la iniciativa, punto de acuerdo, o puntada, como se le quiera llamar, “choca” con el precepto constitucional de la libertad de tránsito, y Dos; que los estados aledaños y quizás todos, podrían replicar “la genial idea”.
De tal forma que todos terminaríamos pagando “cuota” por pasar o transitar por cada municipio que haya necesidad para llegar al sitio que vayamos a visitar o vacacionar.
De hecho, los vecinos de Nuevo León tienen una propuesta similar con miras a aplicarla el próximo año, y ellos le llamaron “Permiso turístico”, el cual se podrá tramitar y obtener de manera digital, con una vigencia de hasta 14 días por semestre; será totalmente gratuito, y lo otorgará la Secretaría de Movilidad.
Según dijeron, el permiso turístico tiene como fin garantizar la protección y seguridad de las personas foráneas, y contarán con orientación e información turística para su tránsito o estancia en esa entidad.
Queda claro que los argumentos, objetivos y visiones en ambas “propuestas” son distintas, aunque los dos coinciden en entorpecer la movilidad, y terminarán por desalentar el turismo, amén de que violentan la libertad de tránsito.
Solo falta que más adelante tengan la genial idea de pedir también licencia de manejo provisional expedida por el estado por el cual transiten, y una visa o permiso; como dirían antes, un “salvoconducto”.
No cabe duda, todo hace indicar que vamos de mal en peor, y que la transformación va en sentido contrario a la libertad del ciudadano común.

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