SIN CORTAPISAS
Por: Claudia Vázquez Andrade
Sueños de esperanza
El servicio de salud sigue siendo el talón de Aquiles del gobierno federal y por ende de los estados, porque como ya es del dominio público, la problemática del sector es muy aguda por la falta de personal médico, insumos, instalaciones en mal estado y por supuesto la falta de medicamentos.
Sin lugar a dudas que las autoridades han, y están tratando de superar esas deficiencias, pero poco han logrado y hasta se podría decir que hay un estancamiento.
Por lo pronto, el senador panista Agustín Dorantes, lanzó una iniciativa ciudadana llamada “Ley Reembolso”, la cual pretende que los medicamentos que no pueda proporcionar el sector, salud por los motivos que sean, los adquiera el paciente y previa presentación de factura le sea reembolsado el costo en un plazo máximo de diez días.
¿La propuesta es buena?, claro que es buena, ¿La iniciativa pasara en el senado? Lo más probable es que no, porque no surgió de los legisladores de la bancada mayoritaria, o sea de Morena.
Quizás por ello, el senador albiazul presentó la iniciativa como “ciudadana” y está llamando al ciudadano común a participar con su firma electrónica, una fotografía de su credencial de elector y una selfie para verificar su identidad, todo esto a través del mismo INE.
Por supuesto que ante la constante falta de medicamentos se tiene que implementar algún mecanismo que permita al usuario o derechohabiente a no desembolsar para comprarlos.
Y la iniciativa vendría a poner fin a esa problemática, o igual regresar al mecanismo del pasado, cuando subrogaban con medicinas de patente las genéricas que no tenían en existencia.
De hecho, hasta la atención médica especializada y estudios que no se prestaban en el hospital o clínica del sector, se subsanaba con este procedimiento.
Claro que el argumento para no regresar a la dinámica del pasado, será la corrupción, y quizás haya razón, pero con el cambio de paradigma y la voluntad política es distinta, se podría adoptar ese procedimiento.
En fin, por lo pronto ahí está una propuesta más para terminar con una problemática que de entrada cuesta dinero al ciudadano común, pero que también, sin que se afirme que así sea, pueda costar vidas.
Pero bueno, finalmente, si de algo nos alimentamos los mexicanos es de la esperanza, y como diría Aristóteles… la esperanza es un sueño despierto…