SIN CORTAPISAS

SIN CORTAPISAS

Por: Claudia Vázquez Andrade
El agandalle de…
“Aplíquese la ley en los bueyes de mi compadre”, es un refrán popular que parece quedarle muy adhoc a los diputados federales, porque en medio de la “cacaraqueada” austeridad, se autorizaron un aumento del 9.53 por ciento a su salario en el presupuesto de egresos para el 2026.
Para nadie es un secreto que, en los últimos años, para ser exactos, desde la llegada de la nueva transformación, los recortes presupuestales han sido el pan de todos los días, aún sobre lo autorizado por los mismos legisladores, y el argumento de siempre es el fortalecimiento de partidas de bienestar social, y de obra pública.
¿Eso es malo? Pues sí, y no, porque por un lado los que menos tienen, como dicen los mismos morenistas, reciben mayores beneficios, de tal forma que las estadísticas muestran el avance del rescate de los mexicanos en pobreza, cosa que es plausible.
Y de las obras, pues también se reconoce el avance de las mismas, aunque en este renglón, también se tendrá que aceptar el incremento en sus costos presupuestados, y el poco beneficio social, por lo menos hasta el momento, prueba de ello, ahí está el caso del famoso tren maya, o el aeropuerto “Felipe Ángeles”, que no terminan por ser rentables y continúan costándole a la federación, y esos recursos salen precisamente de esos recortes.
Lo malo o negativo, es que las afectaciones presupuestales han afectado a las áreas de Salud, Educación, Carreteras, y ni qué decir del campo, del cual se puede asegurar fue olvidado durante el sexenio pasado.
Partiendo entonces de que no han tenido “empacho” en meterle “tijeretazo” al presupuesto de áreas prioritarias, entonces, como entender que los diputados federales se autoricen un incremento salarial de casi el diez por ciento.
Para ser más explícitos, los legisladores en el Congreso de la Union ganan actualmente un millón 193 mil 485 pesos netos al año, y en el 2026 ganarán un millón 307 mil 224 pesos, o sea, 113 mil 739 pesos más.
Claro que habrá quien piense que como todo trabajador tienen derecho a tener incrementos salariales, pero, porque los recortes a los salarios de la burocracia, como fue el caso en Tamaulipas, en donde el personal de salud que fue transferido al IMSS-Bienestar dejó de percibir la compensación asignada.
Y claro que se podría argumentar que la llamada “compe” no es en sí su salario, sin embargo, sí forma parte de su ingreso mensual, tal y como lo viven los mismos diputados federales, que aparte de su salario, el cual, será incrementado para ser exactos en un 9.53 por ciento, además se añade un apoyo compensatorio para neutralizar el ISR, entre otros “incentivos”.
En fin, dicen que “palo dado ni Dios lo quita”, así que con todo y las voces de inconformidad que se puedan escuchar, los diputados federales terminaran haciendo de las suyas… como dirían en el pueblo, son las delicias del poder… lo bueno es que no son iguales.

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