SIN CORTAPISAS
Por: Claudia Vázquez Andrade
Confrontan a Congreso itinerante
El hartazgo social llevó a los residentes del sur de la entidad, bueno, a una parte de ellos, a “reventar” la sesión del llamado “Congreso Itinerante. El motivo; la presunta corrupción y el abandono urbano en el sur de Tamaulipas, señalando la mala situación que guardan las calles de Tampico y los municipios aledaños, y de lo cual culpan a la Comapa de esa zona conurbada, además de otras “quejas” de carácter político.
Lo que parecía una sesión más del congreso, intrascendente y sin ningún beneficio social, pues no fue así, y no por las iniciativas, sino porque justo cuando los diputados del PAN proponían rehabilitar las calles dañadas por obras inconclusas de la Comapa, el grupo de inconformes irrumpió en el pleno de la sesión que se desarrollaba en el Centro de Convenciones de Tampico.
El grito de los manifestantes paralizó los trabajos parlamentarios, y el llamado al orden de la presidenta de la mesa Elva Reyes González, no fue escuchado por los enardecidos tampiqueños, lo que obligó a suspender la sesión de manera momentánea.
Este hecho dejó en claro dos cosas, primero, que el ciudadano común, cuando llega a su límite no respeta formas, ni jerarquías políticas, sin importarles las consecuencias, y prueba de ello ahí está el caso de los sorgueros, cuando toman carreteras.
Y segundo, que los operadores del Congreso del Estado, si es que los tienen, se durmieron en sus laureles y ni cuenta se dieron cuando los porteños “reventaron” la sesión.
El personal de apoyo se esforzó por hacer entrar en razón a los manifestantes para que abandonaran el recinto oficial, pero estos no cesaban en sus gritos y la exhibición de mantas y pancartas.
La verdad es que hay razón en las demandas de esos ciudadanos, porque para nadie es un secreto que las Comapas de casi toda la entidad tienen la misma manera de trabajar, o sea, ven una calle pavimentada y van y abren una zanja.
Era necesario, pues muy seguramente sí, pero ahí la dejan abierta sin que nadie concluya el trabajo y así van “trabajando” hasta que destruyen casi todas las calles, tal y como sucede aquí en la capital de Tamaulipas que también se encuentra con las calles destruidas.
En fin, mal acabó la sesión del congreso itinerante en el sur del estado, en donde también habrá que destacar que el presidente de la junta de gobierno, en su calidad de líder del poder legislativo no movió un solo dedo, no para acabar con la protesta, sino para escucharlos y ser mediador con las autoridades correspondientes en esta problemática que tienen.
El hartazgo social fue lo que resalto en esta sesión de la llamada casa del pueblo, donde ningún diputado tuvo la habilidad para servir como interlocutor y calmar los ánimos.
Pero bueno, finalmente es entendible, porque como dice el clásico, lo que natura no da, salamanca no lo presta.