SIN CORTAPISAS
Por: Claudia Vázquez Andrade
¡Con el campo, no!
Los que no ven la luz al final del túnel, son los hombres y mujeres del campo de Tamaulipas, porque no logran empatar o conciliar con el gobierno para recibir apoyos reales que permitan al productor hacer de la actividad agrícola su forma de vida y subsistencia de su familia, amén de seguir garantizando la producción y con ello la alimentación de los tamaulipecos.
Para nadie es un secreto la situación que impera en el campo, no solo de Tamaulipas, sino en todo el país, de ahí que en las últimas semanas se haya registrado una serie de protestas en todas las entidades con actividad agropecuaria, bloqueo de carreteras, casetas de peaje y hasta puentes internacionales.
Sin embargo, no han logrado ser escuchados, y todo hace indicar que la autoridad tampoco ha entendido cuál es su problemática real.
Por ejemplo, aquí en Tamaulipas, el subsecretario de Desarrollo Agrícola, Eliseo Camacho Nieto, dio a conocer que en el 2026 destinarán más de 70 millones de pesos a programas de tecnificación, fertilizantes, semillas, diésel, extensionismo, y la maquinaria que adquiera el gobierno la rentarán al campesino.
¿Eso es bueno? Claro que sí, pero no entienden que los productores no necesitan que les renten maquinaria para sembrar, como propone el funcionario estatal, no, tractores, trilladoras, rastras y lo que haga falta, hay en el campo, lo que no tienen es dinero, unos para rentarlas, y los que tienen la maquinaria, no cuentan con el recurso para darles mantenimiento y ponerles combustible.
Queda claro que el abandono de la tierra y la actividad agrícola no se debe a la falta de extensionismo, no, volvemos a lo mismo, necesitan el presupuesto para volver a ser sujetos de crédito y vivir de esa actividad.
La autoridad tiene que entender que de nada le sirve que les den semillas, o fertilizantes, sino tienen recursos para preparar la tierra, y peor aún, si los precios de los granos no les garantiza hacer rentable la producción.
El gobierno tendría que voltear a ver al pasado y analizar los tiempos cuando existían los llamados avíos, pro campo, o los programas oficiales de mecanización del campo, las URDERALES, tecnificación, y la semilla de kilo por kilo, y todo eso que si bien es cierto al paso del tiempo se hizo mal uso y cayó en la corrupción, también es cierto que hacía del campesino sujeto de crédito.
Por supuesto que todo esto lo provocaron las mismas autoridades, sí esas que se adjudicaron no solo tierras, sino maquinaria y todo lo que el uso del poder les permitía.
Pero hoy, que se presume que se vive en cuanto a gobierno se refiere, otros tiempos, en donde no se es igual, y menos los mismos, pues entonces, ¿Que falta para apoyar al campo como en antaño? no solo para darle dignidad a la actividad, sino para seguir garantizando la producción de granos y volver hacer de Tamaulipas el semillero de México.
¿Voluntad política?… pues entonces…. Hay que entrarle, pero no haciendo negocio.