SIN CORTAPISAS.

Por: Claudia Vázquez Andrade.

Agoniza sector salud.

Dicen que no hay felicidad completa, y menos conformidad total, y aunque esto se aplica para la vida común, de alguna manera se emplea para la política y obvio para los gobiernos.

Y esto viene a colación, porque el gobierno de la cuarta transformación que está en el ocaso de su administración, logró avanzar en muchos aspectos, pero otros tantos los dejó, sino en el olvido, un tanto rezagados, y unos más, en peores condiciones de cómo se encontraban.

Para ejemplo, está el caso del campo, en donde no hubo avances, los programas de apoyo que tenían fueron cancelados en su gran mayoría, y por los llamados precios de garantía que son tan bajos que no les permite sobrevivir en lo económico, porque apenas logran recuperar la inversión.

Y otro renglón que es igual o más preocupante por la situación que guarda, es la salud. En este caso, pese al proyecto de elevarlo a niveles de calidad como se asegura se tienen en Dinamarca, pues no solo no lograron concretarlo, sino que se puede decir que se tiene un retroceso.

Las evidencias ahí están, basta poner el tema sobre la mesa para escuchar expresiones como: no hay medicamento, las consultas con especialistas son a muy largo plazo, no hay materiales para cirugía, y cuantas quejas más se le ocurran, y estas abarcan a todo el sistema de salud.

Vaya, la situación o retroceso es tal, que “El programa Nacional de Vacunación, dejo de ser Orgullo de México, titulo logrado desde 1990.

Claro que esto es resultado de priorizar otros renglones, y por ello los recortes constantes, como el último que fue de 20 mil millones de pesos, que impacto a todos los estados, incluido Tamaulipas.

Dentro de las afectaciones que provocó este recorte presupuestal, está precisamente el de vacunación, y es ahora que se entiende porque la falta de los biológicos en todos los centros de salud, y que las jornadas hayan dejado de ser lo que eran.

Hoy por hoy, la salud fue siempre prioridad de los gobiernos, pero por razones extrañas dejó de serlo, sin embargo, dada la popularidad del gobierno en turno, el ciudadano común, aunque ha protestado por la situación que guardan los centros hospitalarios, han tolerado las carencias, quizás esperando mejores tiempos con el cambio de administración.

Dice una conseja popular, que cuando la pobreza entra por la puerta, el amor sale por la ventana, esperemos que el desencanto no los lleve al hartazgo…