SIN CORTAPISAS.

Por: Claudia Vázquez Andrade.

En todos lados se cuecen habas

“Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”, y esta frase está muy ad hoc para los funcionarios de la cuarta transformación de Tamaulipas, que deberían adoptarla.

La sugerencia es dada por las últimas denuncias presentadas por la presente administración estatal, en las cuales han sido imputados de diversos delitos ex funcionarios cabecistas, pero también actuales…de la cuarta t.

Las auditorías realizadas han dejado al descubierto a personajes del gobierno de Torre Cantú, de Cabeza de Vaca, pero también del mismo Americanismo.

Y ante tal evidencia, se puede presumir que la actual administración va con todo y por todos, y que no está dispuesta a dejar ser y hacer, por ello, los actuales funcionarios morenistas deberían pensarlo dos veces, si tienen planeado engrandecer su patrimonio a costa del erario estatal.

Claro, que eso es lo que hasta ahora se puede ver e interpretar, habrá que esperar hasta donde la procuración e impartición de justicia y la voluntad política de la 4T alcanza para juzgar en apego a la ley a los acusados, pero, sobre todo, llegar hasta las últimas consecuencias.

Vaya, que no quede, como en antaño, en un simple “amague” para una negociación política, o en el caso de los actuales funcionarios, como el mejor de los argumentos para cesarlos y remplazarlos por mejores amigos.

El sol no se puede ocultar con un dedo, y mucho menos se deben olvidar de las expectativas de los tamaulipecos porque son muy altas en este sentido, la demanda de justicia, acabar con el abuso de poder y el enriquecimiento ilícito han sido de siempre, y aunque en cada elección es la bandera de promesa, hoy se esperan resultados.

Y que la “salida” de los funcionarios no solo sea por la puerta de atrás y quede en un borrón y cuenta nueva.

Aunque, en esta ocasión, todo indica que la situación será diferente, por lo que toca esperar como finaliza, y de ello dependerá el reconocimiento y aplauso del ciudadano común a un deseo y esperanza cumplida, o bien a una rechifla más.