SIN CORTAPISAS

SIN CORTAPISAS

Por: Claudia Vázquez Andrade
El “lastre” de morena
En la vida se puede vestir un uniforme, un hábito, profesar una religión o militar en un partido, y no significa que todos sigan las reglas que debieran o que necesariamente comulguen con la misma ideología, y en este momento se podría decir que la mejor muestra de ello, en lo político, es el Movimiento de Regeneración Nacional que ha estado en el ojo del huracán en los últimos días, sino es que meses, por las acciones de algunos de sus militantes, funcionarios y hasta representantes populares, las cuales no son congruentes con los postulados de Andrés Manuel López Obrador, adoptados precisamente por Morena.
Queda claro que la presidenta Claudia Sheinbaum hace todo lo posible por “salvar” al movimiento de la decepción de sus militantes y simpatizantes, los cuales hay que aceptar también, no son pocos.
De tal suerte que, a la mandataria federal, no le quedó más que mandarles un mensaje; “el pueblo los juzgará”.
Tal vez; orillada por las circunstancias no le quedó más que decir en el caso del hijo de ya saben quien que paseaba por Tokio, o el no menos famoso Ricardo Monreal que vacaciono en España, y otros reconocidos representantes populares que también visitaron algunos países de Europa, vaya hasta la ministra Loretta Ortiz, que experimento lo que es pasear en camello en medio oriente.
Y como lo dijo la misma presidenta Sheinbaum, todos tenemos derecho a vacacionar, pero los morenistas están obligados a conducirse con humildad y en la medianía, porque la ostentosidad de sus representantes y gobiernos ofende al pueblo trabajador.
“No mentir, no robar, y no traicionar”, así como la frase aquella, también de López Obrador, de “primero los pobres”, han dejado de ser el himno del morenismo, porque sus acciones han dejado constancia de que, primero, los pobres, ya no son su prioridad, y segundo; por la información de la misma Auditoria Superior de la Federación, dentro de la estructura de la cuarta transformación, detecto presuntamente que han mentido, robado y traicionado, en esto último, a su postulado, y se puede decir que a la misma presidenta que les dio la confianza.
La humildad, la honestidad y los valores no se adquieren por decreto o voluntad de un gobernante, y querer “transformar” a un político desde su ideología personal, les ha sido complicado.
Queda claro, que la voluntad del gobierno de Morena de transformar el futuro de los mexicanos, existe, por lo menos en la forma, lo malo es el lastre que arrastra.

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