
SIN CORTAPISAS
Por: Claudia Vázquez Andrade
Con voluntad y trabajo
“Querer es poder”, reza un dicho popular, pero en política habrá que agregar el término “voluntad política”, cuando se quieren hacer las cosas, como lo está haciendo ahora mismo el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya.
Los términos vienen a tema, porque el gobierno estatal, a través de la Secretaría de Obras Públicas, se dio a la tarea de rescatar algunas de las obras que fueron olvidadas por anteriores administraciones estatales, o bien, quedaron inconclusas por presuntos actos de corrupción.
El punto es que, a decir de Pedro Cepeda Anaya, la actual administración rescató algunas de esas obras con una inversión de al menos 600 millones de pesos.
De ahí que el Hospital del ISSSTE de Madero, que será inaugurado este mismo año, y el cual quedó sin terminar y en el olvido por los gobiernos pasados, hoy es una realidad.
De hecho, la carretera Mante-Ocampo-Tula, que sin lugar a dudas será un detonante de crecimiento para esa región de Tamaulipas, y que también será terminada este año, fue rescatada para fortalecer a toda esa región e impulsar su desarrollo.
Y la capital del Estado no podía quedar fuera del esfuerzo de gobierno, de ahí que el añejo proyecto de la segunda línea del acueducto haya “revivido” con esta administración y de sus ingresos propios esté construyendo la planta potabilizadora.
Queda claro; que no son pocas las obras que dejaron abandonadas los gobiernos pasados y algunas de estas quizás ya no sean rescatables por el deterioro normal del paso del tiempo. Se podría decir que fue dinero tirado a la basura.
En Victoria, está como ejemplo, y quizás monumento a la indiferencia de los gobiernos, el edificio de lo que sería el nuevo penal del Estado, una obra que se consideraba necesaria y urgente dado que el actual Centro de Ejecución de Sanciones se encuentra enclavado en el centro de un área densamente poblada y los desencuentros que se registran a su interior, qué si bien no son frecuentes, sí suceden y ponen en riesgo a los habitantes de esa zona.
Esperemos que la voluntad política del actual gobierno estatal, y sus recursos alcancen para el rescate de obras, como sería el caso del penal olvidado.