
SIN CORTAPISAS
Por: Claudia Vázquez Andrade
Disidentes por “la libre”
Ser los mismos, no significa ser iguales, y menos caminar en un solo sentido o proyecto político, y esto queda claro en el Movimiento de Regeneración Nacional porque tal parece que en la diversidad de grupos hay proyectos individuales y hasta particulares.
Para muestra un botón. Y ahí está el caso, no sé si decirle grupo al que conforman Andrés Manuel López Beltrán “Andy”, y los Tamaulipecos José Ramón Gómez Leal y la familia Ortiz Domínguez de Reynosa y otros connotados políticos con casaca guinda.
Y es que este “cuadro chico”, se ha reunido un par de veces en Reynosa, para dar seguimiento, así dijeron los enterados, a los “trabajos de credencialización”, y hasta ahí todo está bien, solo que surge una serie de interrogantes: ¿Por qué solos y sin la presencia de los jerarcas de casa?
¿Acaso el famoso “cuadro chico” capitaneado por el hijo de ya saben quién, va en un proyecto personal?
¿Por qué JR y Andrés no invitaron a la presidenta estatal de Morena en la entidad “Lupita” Gómez? Que a decir verdad su trabajo ha sido intrascendente.
¿Será que en este proyecto de credencialización Tamaulipas no forma parte del proyecto nacional de Morena?
¿O simplemente Andrés, trae su propio proyecto?
Pues ahora sí que sea como sea, queda claro que no respetan el suelo que pisa, y menos respetan las leyes no escritas de la política, y eso podría impactar aun más, en las divisiones que ya existen al interior de Morena, en donde su lideresa no es capaz de poner orden.
Y quieran reconocerlo o no, esas acciones o manifestaciones de poder solo exhiben, que no son distintos a los que se fueron, aunque en el caso de los priístas tendrán que aceptar que a ellos les distinguía la disciplina, aunque por dentro se estuvieran ahogando con la bilis.
Pero hoy, el partido en el poder no ha logrado superar al “lopezobradorismo”, de tal suerte que los cercanos se sienten con la fortaleza suficiente de trabajar en proyectos personales sin importarles el futuro del movimiento.
Por lo pronto, en Tamaulipas queda claro que los “andistas” ya están trabajando para lo que viene, y solo será cuestión de tiempo para verlos en su justa dimensión.
La pregunta es ¿Quién les dará el manotazo?