SIN CORTAPISAS

SIN CORTAPISAS

Por: Claudia Vázquez Andrade
Huracanes, un desafío
La temporada de huracanes en México provoca reacciones encontradas, sobre todo en los Estados costeros por el caos y destrucción que provoca, pero también por los beneficios que deja, como es el caso de la recuperación de presas y mantos acuíferos.
Tamaulipas no es ajeno a todo esto, sobre todo cuando los fenómenos meteorológicos se forman en el atlántico e impacta a los Estados costeros como el nuestro, generando preocupación en toda la entidad, pero principalmente en los municipios como los de la zona conurbada, Soto La Marina, San Fernando y Matamoros, sin que escape a las inundaciones los del centro, como es el caso de la Capital.
Y es aquí, en esta circunstancia en donde los gobiernos municipales son puestos a prueba en las previsiones y organización, porque cuando la autoridad, a través de sus áreas de Protección Civil, de la mano de Obras Públicas se preparan para enfrentar los estragos de esta naturaleza, las afectaciones son menores, y las pérdidas humanas son nulas.
Ahora mismo, el sur de Tamaulipas tiene pronóstico de posible afectación por un fenómeno natural llamado “Barry” y está de más pronosticar las afectaciones que podría provocar, basta recordar las inundaciones que dejó la lluvia en Tampico apenas la semana pasada.
Y si bien es cierto que las lluvias registradas fueron extraordinarias, también es cierto que la falta de trabajos previos provocó la inundación de algunas colonias del puerto jaibo.
De tal suerte que queda claro que pese a la historia de afectaciones que provocan los huracanes, los alcaldes se ponen a trabajar hasta cuando tienen las lluvias encima. Pereciera que de poco o nada sirven los llamados comités municipales de Protección Civil.
En fin, “Barry”, será una prueba de fuego más para los alcaldes de los municipios que generalmente son impactados por estos fenómenos y obvio que también para aquellos que sin bien no les “pega de lleno”, las lluvias si son copiosas y las inundaciones son inevitables por la falta de trabajos preventivos.
Ejemplo de ello podemos citar a la capital Tamaulipeca, y sus sectores como las Adelitas, el eje vial, La Caminera, la llamada Avenida Central y otras colonias cuyos desfogues son insuficientes o les falta mantenimiento.
De Matamoros y Reynosa, ni que decir, basta recordar las últimas lluvias, de las cuales aun no se reponen los habitantes de ambos municipios; los apoyos siguen fluyendo, bueno, los federales, porque los municipales solo alcanzaron para una bolsa con frituras y refrescos.
Bien dicen, nadie aprende en cabeza ajena, pero lo peor del caso es que como siempre, el ciudadano común es quien termina pagando los platos rotos, cuando no es por la famosa curva de aprendizaje, es simple y sencillamente por negligencia… pero como siempre… no pasa nada.

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