SIN CORTAPISAS

Por: Claudia Vázquez Andrade
Una raya más al tigre
El que anda que no lo calienta ni el sol, es el alcalde de Reynosa, Carlos Peña, conocido en el mundo de la política como “Makito”, porque resulta que le han fallado todas las estrategias habidas y por haber, para mejorar su imagen y recuperar, por un lado, la aceptación de los reynosenses, porque no son pocos, los que están pidiendo la revocación de mandato, y por el otro lado, los grupos políticos que lo rechazan de manera abierta dado el “desprestigio ganado”.
En todo esto hay una verdad, y esta es que “Makito” ha logrado unir a los reynosenses, pero en su contra, al grado que una “comisión ciudadana” acudió el congreso del Estado para demandar la famosa revocación de mandato, y entregó, así se dijo, un expediente conteniendo 23 mil firmas de igual número de ciudadanos residentes de esa ciudad fronteriza que piden sea removido.
Obvio que esta “intentona” no es nueva, y “Makito” se defiende atribuyendo el movimiento a sus detractores, entre estos, porque así lo aseguró, a los diputados locales por Reynosa, y claro que eso podría ser verdad, pero también es cierto, que Reynosa no se encuentra en su mejor momento.
Se podría decir que la situación que guarda en cuanto a servicios primarios y otros aspectos, es tan parecida a la capital de Tamaulipas, que se encuentra en aparente estancamiento.
Aunque en el caso de Victoria, habría que señalar que los victorenses aun no salen a las calles o al congreso a pedir la remoción de Lalo Gattas.
En fin, el punto es que, en caso de que los reynosenses logren cumplir con los requisitos que obligarían a una revocación de mandato, “Makito” hará historia en dos sentidos, uno, por haber heredado de su progenitora la alcaldía, y haber hecho de ella un entretenimiento, y dos, porque sería el primer presidente municipal depuesto por el mismo pueblo.
Caray, queda claro que ese dicho popular que consigna, que hijo de tigre, pintito, no aplicó en esta ocasión, y que hay cosas que muchas veces no se heredan ni se maman.