SIN CORTAPISAS
Por: Claudia Vázquez Andrade.
“Limpiando la casa”
“El que es buen juez, por su casa empieza”, reza un refrán popular, y por las acciones emprendidas por el gobierno de la cuatro “T” en Tamaulipas, se puede presumir que está apegado a esta conseja, y por ello tiene la intención de no permitir actos corruptos, sobre todo de abuso de poder y saqueo.
La atención a las denuncias ciudadanas, unas públicas y otras anónimas llevaron a ordenar auditorías a dependencias como el Instituto de Transparencia y Acceso a la Información, al mismo Congreso del Estado, y en este momento al Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes.
En el caso del ITAIT, se presume la venta “amañada” de vehículos oficiales, a funcionarios de la misma dependencia, además de presuntos manejos indebidos de multas que fueron recibidas de manera directa y al parecer no enteradas a la tesorería. Mientras que, en el congreso estatal, la situación es tal, que el administrador recomendado de la diputada Úrsula Salazar Mojica, fue echado de “la casa del pueblo” de manera vergonzosa.
Pero en el ITCA, las denuncias de nepotismo, “aviadurías” y presuntos malos manejos financieros, llevó a la contralora estatal a ordenar una auditoria que llamaron “temprana”, en los capítulos del gasto público, adquisiciones, servicios y arrendamientos.
Hasta el momento, se presume que la titular de apellidos De la Cruz López, habría incluido en la nómina de la dependencia a familiares y amigos, incluso se asegura que hasta su personal de servicio cobra en el ITCA.
La verdad es que este tipo de acciones no es nada nuevo, pues cada sexenio es igual, son secretos a voces que funcionarios “inflan” las nóminas e incluyen a su personal de servicio, amén del manejo “raro” que hacen de los recursos.
Pero esta vez, parece ser que la historia será diferente, por lo menos en estos casos, así que habrá que esperar en que terminan las auditorías a estas dependencias, y si las denuncias, que al parecer honran los preceptos de la cuarta transformación, alcanzarán también a aquellos que no solamente lograron subir al tren de la cuarta “T” a sus parientes, sino que, hasta los hicieron proveedores.