
SIN CORTAPISAS
Por: Claudia Vázquez Andrade
Dejan solos a ganaderos
El campo mexicano, no termina de ver la luz al final del túnel para mejorar su situación, pues cada vez enfrenta mayores problemas derivado del abandono de las autoridades, no solo para la producción, sino también para la comercialización, porque cuando no son los agricultores, son los ganaderos, los afectados.
Ahí está, el caso del cierre temporal de la frontera de Estado Unidos para la exportación de ganado vivo desde México, como una medida de prevención por el famoso gusano barrenador, lo que generará, dicen, pérdidas a los productores pecuarios.
Y claro que así será, porque dejaran de mandar a los vecinos del norte por lo menos 600 becerros por semana, y durante el cierre de la frontera, el ganadero tendrá dos opciones: una; vender sus animales en el mercado nacional, obviamente a menor precio, y dos; mantenerlo en sus corrales en tanto reabren la frontera, con el costo que significa su alimentación y demás.
Queda claro que una vez más los productores mexicanos, bueno, en este caso los ganaderos serán afectados por el abandono, apatía, la falta de estrategia, interés por el sector, o lo que sea que ha alejado al gobierno de los hombres y mujeres del campo.
Con esto, queda de manifiesto que la falta de acciones por parte de las autoridades paraliza y afecta esta parte de la actividad económica, porque atrás quedaron los programas pecuarios que combatían todo tipo de enfermedades del ganado.
Aquellos programas de salud animal, permanecen en el pasado, vaya, se puede presumir que ya no hay, los titulares de esta área, si es que aún existe, nadie los conoce, hasta las estaciones cuarentenarias ya casi desaparecieron, ahí donde se revisaban los animales en tránsito y garantizaban su estado de salud.
Esos tiempos donde las cosas funcionaban como relojito y que brindaban apoyos económicos y en especie pero que ahora, los identifican como acciones del priato donde se robaban todo.
Solo basta recordar los programas de apoyo a la inversión en equipamiento o la adquisición de animales que se apoyaba en un 50 y hasta 70 por ciento del costo de los sementales.
Vaya, las reses mexicanas estaban libres de enfermedades y pasaban por todos los puentes internacionales, sin el menor problema de exportación, no como ahora que solo se hace por la estación cuarentenaria de Ojinaga, Chihuahua, sin mayores complicaciones.
Y no es broma, ahí está la historia consignada, cuando Tamaulipas era considerado el “semillero de México”, y el ganado, no era objeto de señalamientos.
Pero hoy; la historia es distinta, no se han realizado los trabajos necesarios y suficientes para mejorar la sanidad y reactivar las exportaciones.
Aunque habrá que decir; que este es uno de los múltiples problemas que enfrenta el sector pecuario porque existen otras enfermedades como la fiebre aftosa o la enfermedad de las vacas locas entre otros factores que amenazan al sector como las sequias recurrentes o el aumento desmedido de granos.
Con todo esto se podría decir, que estábamos mejor, cuando creíamos que estábamos peor.