SIN CORTAPISAS
Por: Claudia Vázquez Andrade
Remesas…pero de paisanos
De acuerdo a estadísticas oficiales, los expresidentes de los Estados Unidos Barack Obama y Joe Biden, deportaron más connacionales y migrantes de otras nacionalidades que el hoy temido y recién entronizado presidente del vecino país Donald Trump.
Esto viene a tema porque con el ungimiento, las deportaciones masivas de migrantes ilegales se esperan a lo largo y ancho de la frontera norte de México.
Y la verdad, es como la refirió el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, que las deportaciones son el pan de todos los días en los principales cruces fronterizos de la entidad, y hoy, ante la amenaza del presidente Trump, pues se han tomado las medidas necesarias para enfrentar la llegada, si fuera el caso, de un numero mucho mayor de deportados.
Los albergues ya están dispuestos, y en ellos podrán permanecer en tanto siguen su tránsito a sus lugares de origen, o bien, vuelven a cruzar de ilegales el Río Bravo.
O, sea, que no representaran mayor problema, los que lleguen serán recibidos y apoyados, sería algo así como “comen y se van”, pero, quizás el problema radique en los migrantes nuestros, los tamaulipecos, ¿Qué van hacer con ellos? ¿en que los van a emplear? Porque hay que recordar que emigraron en busca de una oportunidad de empleo porque aquí no había.
¿Los van a becar, como a los ninis? ¿Les van a ayudar a sobrevivir con despensas?
Los problemas de salud, vivienda, servicios primarios y todo lo que enfrentamos los tamaulipecos día a día y que obviamente van a vivir también, ¿cómo se les van ayudar?
Sin lugar a dudas que estas interrogantes que surgen en la entidad las han de visualizar en otros Estados que van a vivir el mismo problema, pensando claro, que el presidente de los Estados Unidos vaya a cumplir su amenaza, que es lo más probable.
Y se puede decir que con la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, esto; es solo el principio, porque hay que esperar la caída estrepitosa de las remesas, la importaciones y exportaciones y con todo ello la pérdida de empleos, todo eso en el peor de los escenarios, pero por lo pronto, y actuando “pian, pianito”, el Estado ya está listo para recibir las primeras remesas… pero de paisanos.