SIN CORTAPISAS
Por: Claudia Vázquez Andrade
Xóchitl; sigue los pasos de AMLO.
Como espejitos ofertados por españoles se ve el nuevo partido político que promete formar la ex candidata presidencial de la derecha en México, Xóchitl Gálvez. La ex abanderada del PAN, PRI y el PRD, fue clara al señalar que el próximo año formará su propio partido, el cual aún no tienen nombre, pero si promete ser nuevo, más cercano a la gente y transparente en su rendición de cuentas. Pero eso no es toda la oferta, porque, además, como principal valor, asegura que será un partido de verdadera oposición, pero, sobre todo, diferente al PRIAN y al PRD.
Y no crea que esa es toda la novedad, no, ahí no termina la propuesta, porque ofrece la certeza de que no admitirán como militantes a renegados del PAN o del PRI, y obvio que tampoco de los huérfanos del PRD. Todos serán nuevecitos, bueno, ciudadanos comunes sin militancia partidista hasta su afiliación al nuevo instituto político. La única con historial político será ella.
Algo así como la versión moderna de lo que hoy es MORENA, pero con la diferencia de que en verdad no serán los mismos, y aunque no lo dijo, pues se presume que tampoco serán iguales, aunque las aspiraciones sean las mismas. Así que, si Usted está decepcionado de los partidos tradicionales, espere la nueva opción. Obvio que como es normal hay muchas interrogantes, como sería: ¿Doña Xóchitl se ungiría como presidenta del partido?, como lo hizo Andrés Manuel López Obrador en su momento. ¿Cuál sería la ideología del partido?, o de alguna manera coincidiría con alguna de las existentes.
En fin, de alguna manera se fortalecerá la democracia del país porque el elector tendrá una opción más, pensando, claro, que no terminará aliándose con quienes la acogieron en la última contienda. Por lo pronto, Doña Xóchitl nos lleva a recordar a la maestra Elba Esther Gordillo y su partido el PANAL, el cual, como muchos otros terminó conformado por los políticos de siempre, pero también repudiado y extinguido. Pero bueno, finalmente es entendible el proyecto de Doña Xóchitl, porque como decían los priístas, “arriba o abajo, pero todos dentro de la nómina”, y al margen de que logre cristalizarlo, hay que recordar que la política es como la religión, además de polémica, es productiva.