Revalida la Organización Mundial de Sanidad Animal el trabajo preventivo de México contra la enfermedad de las vacas locas
El estatus sanitario es producto del trabajo coordinado entre la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el sector productivo nacional; la ausencia de encefalopatía espongiforme bovina en el país contribuye a incrementar la competitividad de los productores nacionales.
Durante 2022, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) continuará promoviendo la certificación en buenas prácticas de manufactura y realizando inspección de plantas de rendimiento y fábricas de alimentos para mantener el estatus sanitario.
Alrededor de 301 mil 764 toneladas, equivalentes a más de mil 600 millones de dólares se exportan a algunos de los mercados más exigentes del mundo, como Estados Unidos, Japón, Unión Europea, Canadá, China, Hong Kong y Corea del Sur.
La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE, por sus siglas en francés) revalidó el reconocimiento de México como país con riesgo insignificante de encefalopatía espongiforme bovina (EEB), lo que representa diversos beneficios para la ganadería nacional, como el facilitar el intercambio comercial a nivel nacional e internacional.
El estatus sanitario es producto del trabajo coordinado entre la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el sector productivo nacional, quienes aplican medidas preventivas de vigilancia epidemiológica para verificar la ausencia en el territorio nacional de esta enfermedad, también conocida como mal de las vacas locas.
Además de la aplicación de medidas precautorias en las zonas productoras, el personal técnico del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) evalúa los riesgos de introducción del patógeno en mercancías de importación, como cárnicos frescos, harinas de carne y huesos, así como en alimentos balanceados para animales.
Desde hace más de 30 años, México suspendió la importación de productos cárnicos de res y materiales específicos de riesgo de países en donde se ha notificado la enfermedad y no existe reconocimiento de bajo riesgo por parte de la OIE.
En beneficio de la ganadería nacional, como medida adicional durante 2022 la autoridad sanitaria mantiene su campaña de certificación en buenas prácticas de manufactura y la inspección de plantas de rendimiento y fábricas de alimentos para mantener el estatus sanitario. Asimismo, incrementará sus campañas de difusión, con el fin de concientizar a un mayor número de productores sobre la importancia de la notificación oportuna en caso de detectar animales con signología nerviosa.
El estatus sanitario de riesgo insignificante, obtenido por primera vez en 2016, ha coadyuvado a potenciar la producción de cárnicos bovinos, rubro en el que nuestro país está posicionado en el sexto lugar mundial, con más de dos millones de toneladas anuales. Alrededor de 301 mil 764 toneladas, equivalentes a más de mil 600 millones de dólares se exportan a algunos de los mercados más exigentes del mundo, como Estados Unidos, Japón, Unión Europea, Canadá, China, Hong Kong y Corea del Sur.
Esta condición sanitaria permite además que nuestros productores exporten más de 1.5 millones de cabezas de ganado en pie. Actualmente, el máximo organismo mundial de salud animal reconoce el trabajo preventivo de 52 países, entre ellos Estados Unidos, Alemania, España, Dinamarca, Australia, Países Bajos, Brasil, Canadá y Japón. La encefalopatía espongiforme bovina es una enfermedad crónico-degenerativa que afecta el sistema nervioso de los bovinos.
Fue detectada por primera vez en el Reino Unido en 1986 y se han presentado casos en diversos países del mundo, principalmente de Europa. La enfermedad nunca ha estado presente en México, y por su importancia cuarentenaria forma parte de la lista de enfermedades y plagas de los animales exóticas y endémicas de notificación obligatoria ante la autoridad sanitaria.