Reconoce organismo internacional contribución de México y países de Norteamérica al cuidado de la fitosanidad mundial
- México, primer país en establecer el concepto de zona libre, medida replicada en diversos acuerdos comerciales, como el Tratado entre México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC).
La Organización Norteamericana de Protección a las Plantas (NAPPO, en inglés), reconoció la labor de las autoridades fitosanitarias de México, Estados Unidos y Canadá por la elaboración y ejecución de mecanismos que protegen a la región de la introducción y dispersión de plagas y enfermedades, y porque son modelo para regulaciones internacionales.
Al participar en el XLVI Simposio Nacional de Parasitología Agrícola, la directora del organismo regional, Stephanie Bloem, indicó que si bien cada país cuenta con su propia normativa, el trabajo conjunto que opera la NAPPO permite armonizar disposiciones que facilitan el comercio seguro y han sido un marco para la negociación del capítulo sobre Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (MSF) del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
La dirigente internacional indicó que la NAPPO es la única entre 10 organizaciones regionales del mundo que, además de incluir a funcionarios sanitarios, atiende la opinión de sus sectores productivos, lo que ha permitido ser más asertivos en la toma de decisiones.
Recordó que América del Norte enfrenta diversos retos fitosanitarios comunes, entre ellos evitar el establecimiento y dispersión de plagas devastadoras como el gorgojo khapra y la palomilla asiática gitana, y es, con esfuerzos conjuntos –agregó— como se pueden minimizar los riesgos.
El director en jefe del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), Francisco Javier Trujillo Arriaga, expuso que la primera zona libre de una plaga que se estableció en el mundo fue en México, en 1982, cuando se declaró a Sonora como libre de moscas de la fruta del género Anastrepha.
Subrayó que a partir de ese momento diversos tratados comerciales internacionales incorporaron el concepto en sus apartados sanitarios, lo que permitió elevar las garantías que ofrecen los países exportadores de alimentos.
El funcionario de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural participó en la mesa “T-MEC y sus implicaciones en la sanidad vegetal de México”, en la que precisó que el nuevo acuerdo comercial de Norteamérica incluye un mecanismo que cataliza la confianza hacia los productores de nuestro país, y además es incluyente con los agricultores de mediana y pequeña escala.
Enfatizó que al tener una cobertura de 492 millones de personas y un Producto Interno Bruto de más de 25.9 billones de dólares, equivalente a casi el 16 por ciento mundial, el T-MEC es uno de los de tratados de mayor importancia económica en el mundo, lo que potenciará la productividad del sector agrícola.
El director general de Sanidad Vegetal del Senasica, Francisco Ramírez y Ramírez, reconoció los 53 años de historia de Ingenieros Agrónomos Parasitólogos (IAP) y su labor para coadyuvar con Agricultura en la protección del sector agrícola mexicano.
Indicó que el simposio anual permite a los fitosanitaristas debatir sobre los avances científicos y tecnológicos para potenciar la producción de alimentos hortofrutícolas y con ello mejorar la calidad de vida de millones de productores.
Para el Gobierno de México, el foro es de gran utilidad para los programas que operan los técnicos del Senasica y permite también proteger la salud de los consumidores, quienes exigen alimentos sanos y seguros, sin residuos, ni contaminantes químicos, bacteriológicos y físicos, subrayó.
La directora general de Inocuidad Agroalimentaria, Acuícola y Pesquera, Amada Vélez Méndez, en su exposición detalló las medidas que Agricultura ha puesto en marcha para garantizar el abasto de alimentos sanos durante la pandemia por COVID-19.
Detalló que el cuidado de los trabajadores del campo y de los que integran la cadena alimentaria ha sido fundamental en la estrategia federal, por lo que con el apoyo de la industria se han reforzado las medidas de higiene y los Sistemas de Reducción de Riesgos de Contaminación.
Agregó que estas medidas –que permiten que los alimentos continúen llegando a la mesa de los mexicanos— no se relajarán, por lo que se trabaja con el sector productivo para extender la difusión de las acciones y con ello robustecer la confianza de los consumidores nacionales e internacionales en los productos mexicanos.