
Lluvias que no salvan
- Lluvias que no salvan: Tamaulipas en el Ojo del Cambio Climático
Por José Gregorio Aguilar
Puede haber más volumen de agua, pero no en la manera que la queramos declaró Humberto Calderón Zúñiga, director de Políticas para el Cambio Climático de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente.
Explicó que Tamaulipas enfrenta un nuevo rostro del cambio climático: sequías prolongadas seguidas por lluvias torrenciales que no ofrecen alivio, sino daño.
El director advierte que aunque hay más agua en algunos puntos del estado, su forma y distribución la hacen prácticamente inservible. Las trombas no recargan mantos acuíferos ni permiten escurrimientos útiles; inundan, saturan y se desvanecen, dejando una falsa percepción de abundancia.
Los ciclones como Alberto y Barry provocaron aumentos momentáneos en las presas, pero no resuelven el ciclo hídrico roto, donde el suelo ya saturado intensifica el impacto en carreteras, ríos y poblaciones. Según Calderón, la presión que ejerce el clima en infraestructuras y comunidades es cada vez más difícil de gestionar.
La alerta es clara: el volumen no garantiza utilidad si no está acompañado de previsión, infraestructura y adaptación climática real.
Lo alarmante no es sólo el exceso de agua, sino la incapacidad para adaptarnos al nuevo ritmo del clima