Extorsión: el crimen que se adueñó de la vida cotidiana

Extorsión: el crimen que se adueñó de la vida cotidiana

Por José Gregorio Aguilar

La extorsión ha dejado de ser un fenómeno aislado y se ha convertido en parte del día a día de miles de mexicanos. Según la más reciente encuesta de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), el 25 por ciento de los negocios considera que la inseguridad es el principal obstáculo para operar, mientras que un preocupante 50 por ciento afirma haber sido víctima de algún delito, entre ellos extorsión, asaltos a mano armada, robo hormiga y cobro de piso. Más aún, 33 por ciento de los comerciantes señala que la seguridad en su entorno ha empeorado significativamente.

Las consecuencias de esta violencia se reflejan en decisiones drásticas: el 15 por ciento de los pequeños comercios ha tenido que reducir horarios, cambiar de domicilio, modificar su giro o incluso cerrar de manera definitiva. Además, el 47 por ciento reporta que sus proveedores sufren riesgos durante el abastecimiento, evidenciando que el problema alcanza toda la cadena comercial.

En palabras de Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC, escuchar al Secretario de Marina declarar que “el principal problema de México es la inseguridad” confirma lo que esta encuesta advierte y nos obliga a reflexionar sobre una violencia que ha convertido al país en un campo de batalla. Este conflicto se libra sin reglas ni códigos, afectando desde taxistas hasta niños, desde negocios y escuelas hasta iglesias. La extorsión ya no amenaza con infiltrarse: sencillamente ya lo hizo.

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