Esferas de Tlalpujahua, una tradición navideña
Las esferas y adornos navideños producidos de forma artesanal en Tlalpujahua, Michoacán, son sinónimo de calidad reconocida en el mundo.
Las piezas son consideradas únicas, ya que de forma artesanal son elaboradas a mano una a una por hombres y mujeres con talentos especiales para dar forma a todo lo que la imaginación o el cliente pida.
Las esferas de Tlalpujahua, considerado como pueblo mágico, se exportan hacia Estados Unidos y Canadá: “Mandamos aproximadamente más o menos como 80% al exterior y 20% se queda aquí en México; yo creo que mandamos para Estados Unidos casi dos millones de piezas y aquí para México se producen unas 500 mil piezas más o menos”, dijo Gaspar Velar de Bastida, un artesano encargado de una de las fábricas familiares más grandes del lugar.
El trabajo para los artesanos inicia desde febrero para satisfacer el mercado nacional y extranjero. En diciembre prácticamente sólo terminan parte de la producción nacional y local.
Verónica Jacobo es una de las mujeres que, con delicadeza, le da el último toque a los adornos navideños por excelencia: “Hay también hombres que hacen todo esto, pero casi la mayor parte es la mujer, más que nada si no tiene uno paciencia si no tiene uno paciencia no hay nada”.
Aseguran sin duda los artesanos y propietarios de los talleres, así como los clientes, que las piezas realizadas en Tlalpujahua por su calidad superan a la mercancía china: “Sí, pero nosotros competimos con calidad porque nuestra esfera, me ha tocado ver algunas de las chinas que con tocarla truena por lo mismo delgado y frágil, aquí nuestra esfera debe tener calidad para llegar a Estados Unidos”, aseguró Verónica Pompa, encargada de otra fábrica de esferas.
En Tlalpujahua hay cuatro mil 600 talleres donde se fabrica esferas, una gran parte de la población se dedica a este oficio, el cual es heredado de generación en generación en las familias de este municipio. El 60% de la población vive de la producción de estas artesanías en este pueblo mágico.
En el pueblo donde casi todo el año es Navidad, Tlalpujahua, el trabajo por fin ha concluido y en la víspera de la Nochebuena, tras concluir la Feria de la Esfera, que dura tres meses, los artesanos descansarán para iniciar un nuevo ciclo de producción en enero.
Mucha gente descansa nada más los días de Navidad y empiezan en enero; la producción nacional es en febrero”, dijo Salvador Tapia, edil de Tlalpujahua.
Este año, llegaron a este pueblo mágico más de 400 mil visitantes, quienes compraron sus adornos navideños en alguno de los 600 comercios, cuya derrama económica es importante: “Tenemos cifras aproximadas no tan exactas, el proceso es tan artesanal que las familias no llevan el total control, pero tenemos una derrama económica aproximada de 250 millones de pesos en los casi 3 meses que dura la feria”, comentó Aldo Guzmán, director de Turismo de Tlalpujahua.
El resto del año, mientras llega de nuevo la feria, Tlalpujahua ofrece otras actividades recreativas al ser un pueblo minero.
Para hacer un esfera se toma un tubo de vidrio, al cual se le aplica calor con un soplete y se le sopla para darle el tamaño y la forma; más adelante se lleva a cabo el plateado para que brillen y luego se decoran.