El fallido regreso a clases de Tamaulipas.
Por: José Gregorio Aguilar
Sin tener un diagnóstico actual y oportuno sobre el número de escuelas que no están en condiciones de abrir sus puertas por deficiencias en su infraestructura, y sin importar el color del semáforo epidemiológico, la Secretaría de Educación, sorpresivamente, anunció el regreso a clases presenciales para todos los alumnos de todas las escuelas públicas.
De inmediato se generaron diversas reacciones, unas a favor, y muchas en contra; acaso, por las fechas, esa decisión ¿tiene un trasfondo político?
Tamaulipas cuenta con 5 mil 881 escuelas de nivel básico, que incluye inicial, preescolar, educación especial, primaria y secundaria, a las que asisten más de 616 mil 660 alumnos que son atendidos por 30 mil docentes. ¿Cuántas no están en condiciones de regresar?, esa pregunta por lo pronto no tiene respuesta, admite el Secretario de educación Mario Gómez Monroy.
Escuelas sin luz, sin agua y hasta sin sanitarios, es parte de la realidad de este regreso a clases presenciales; también se requieren de insumos para el protocolo sanitario mencionan los maestros Carlos, Fermín y Sadoy Hernández, que laboran en escuelas de Higuerillas Matamoros, Bustamante y Victoria respectivamente.
Pero, aún y con todas las medidas de higiene, existe el riesgo de contagios, así lo reconoce el subdirector de la Secundaria 5 Antonio Rafael Maldonado Garza, por ello enfatiza que el primer filtro debe ser en casa y el auto-cuidado.
Ante esas carencias, y como siempre, serán los padres de familia quienes absorban esos gastos, además de los que originen los útiles escolares.
Han sido casi dos años de clases a distancia con muchos problemas e inconveniencias y no hay quien se oponga al regreso, solo que antes quieren ver que las escuelas estén acondicionadas a la nueva realidad; eso sin mencionar que también desean vacunación para niños de 5 años en adelante, cosa que hasta ahora no se tiene considerado por parte del gobierno mexicano.
