Educación pública, abandono oficial

Educación pública, abandono oficial

  • Educación pública, abandono oficial: cuotas que nadie detiene

Por José Gregorio Aguilar

En Tamaulipas, cada ciclo escolar comienza con una promesa: que la educación pública es gratuita.  Pero en la práctica, miles de familias enfrentan cobros obligatorios, amenazas veladas y una ausencia total de representación legal.

Cada año, la misma historia.

Las escuelas públicas repiten el guion: cobros obligatorios disfrazados de “acuerdos entre padres de familia”.  La autoridad educativa responde con evasivas: “no son obligatorias”, “no deben condicionar”, “que pongan la queja”.  Pero tras esa retórica, no hay acción. No hay sanciones. No hay seguimiento.

Los padres, solos, sin acompañamiento, terminan pagando la famosa cuota escolar.  Algunos se atreven a acudir a derechos humanos, pero ahí también se busca conciliar, no corregir.

Así se perpetúa el abuso: sin intervención, sin castigo, sin voluntad institucional. La educación pública se convierte en una carga silenciosa que las familias deben asumir, mientras la autoridad mira hacia otro lado. La Secretaría de Educación de Tamaulipas y la Profeco insisten en que las cuotas escolares son voluntarias.

Sin embargo, en muchas escuelas, los pagos se exigen como condición para entregar libros, inscribir alumnos o permitir el acceso a clases. Alejandro Águila Argüelles, presidente de la Asociación Nacional de Padres de Familia, sostiene que detrás de estas cuotas hay un negocio millonario.

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