Ecuador pone fin a estado de excepción y toque de queda
El Gobierno de Ecuador puso fin hoy al estado de excepción y al toque de queda declarados con motivo de la ola de protestas contra la reforma económica, que se han desactivado gracias a un acuerdo entre las partes para revisar la medida más polémica: las subvenciones al combustible.
En teoría al derogarse el decreto 883 (de eliminación de los subsidios a los combustibles) todas las medidas de excepción relacionadas con él han quedado anuladas, y en cualquier caso en la práctica las fuerzas del orden están en misiones de apertura de vías y abastecimiento”, explicaron fuentes del Ministerio de Defensa.
En consonancia, el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, el general Roque Moreira, confirmó la anulación de las medidas en declaraciones a los medios de comunicación, sin dar más detalles, según informa el diario ecuatoriano El Universo.
El Comando Conjunto emitirá en las próximas horas una disposición anulando oficialmente el toque de queda decretado el sábado por el presidente Lenín Moreno.
El estado de excepción fue declarado el pasado 3 de octubre en respuesta a los primeros disturbios en Quito, mientras que el toque de queda se impuso el pasado sábado en la capital y sus alrededores y estuvo en vigor apenas 24 horas porque el domingo por la tarde el Gobierno ecuatoriano y el movimiento indígena pusieron fin a la violencia con un acuerdo para revisar el polémico decreto 883, que derivó en la elevación del precio de los combustibles.
Estas medidas permitían restringir algunos derechos y libertades fundamentales, como los de reunión y la movilidad, dando amplios poderes de las fuerzas de seguridad para mantener el orden público.
Las protestas comenzaron el 1 de octubre, cuando Moreno dio a conocer el “paquetazo” de ajustes económicos pactado con el FMI a cambio de una inyección de 4.200 millones de dólares.
En estos días, al menos siete personas han muerto y más de mil han sido detenidas.
REGRESA LA CALMA
La ciudad volvía poco a poco este lunes a la normalidad con la apertura de vías y el reabastecimiento, dado que el domingo ya empezaban a notarse los estantes vacíos sobre todo los de productos básicos como pan, leche y huevos.
En la capital ecuatoriana, el servicio de transporte urbano se sumó al metropolitano, y los trabajadores pudieron llegar -aunque aun con ciertas dificultades- a sus puestos de trabajo.
La tarifa del pasaje de transporte urbano se mantenía en 0,35 centavos de dólar, diez centavos más que antes del inicio de las protestas por el aumento del precio de los combustibles.
Tras el acuerdo para la revisión del decreto 883 que eliminaba los subsidios a los combustibles, el Municipio de Quito pidió a la Agencia Nacional de Tránsito un “pronunciamiento oficial inmediato” sobre la tarifa de transporte.
De su lado, el servicio de taxis se desarrollaba con normalidad y las tiendas volvían a abrir, entre ellas las panaderías.
Como signo de anormalidad, el cierre de las escuelas y colegios, y la reactivación progresiva del aeropuerto, en el que aún se registraba la cancelación de vuelos.