Cumple 30 años de operación Planta de Cría y Esterilización de Moscas endémicas de la Fruta
- Más de la mitad del territorio nacional es zona libre de moscas de la fruta del género Anastrepha.
- En los estados donde se implementa la campaña se protegen más de 692 mil hectáreas de los 20 principales vegetales hospedantes de la plaga, cuya producción anual es de 8.64 millones de toneladas, con valor comercial estimado en 32 mil 852 millones de pesos.
- Durante 2022, se produjeron más de dos mil 500 millones de moscas de la fruta estériles, que se liberaron en regiones de baja prevalencia y bajo control fitosanitario.
- El establecimiento y mantenimiento de zonas libres de moscas de la fruta permite la comercialización y exportación de frutos sin tratamiento cuarentenario de poscosecha a Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Japón y a la Unión Europea.
- Asimismo, al estar ausente la plaga, los productores no tienen que realizar actividades de control, lo que les permite disminuir costos de producción y evitar daños al ambiente al reducir el uso de insumos de origen químico.
El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) cada año invierte más de 180 millones de pesos para proteger a las regiones frutícolas del país de la mosca de la fruta del género Anastrepha, lo que ha logrado que más de la mitad del territorio nacional se encuentre libre de esta plaga endémica.
Ubicada en Metapa de Domínguez, Chiapas, la Planta de Cría y Esterilización de Moscas de la Fruta (Moscafrut), que celebra 30 años de operación, es estratégica para las acciones que la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural lleva a cabo para el control y erradicación de esta plaga.
El presupuesto destinado a la operación del Programa Nacional contra Moscas de la Fruta en su mayoría se concentra en la reproducción artificial y esterilización de moscas endémicas del género Anastrepha, las cuales son esparcidas en las zonas productoras para descender la población de plagas.
Estas acciones han permitido que el 52.18 por ciento del territorio nacional, que equivale a un millón de kilómetros cuadrados, esté reconocido como Zona Libre de moscas de la fruta, y el 9.04 como Zona de Baja Prevalencia, lo que permite a los productores frutícolas comercializar sus frutos en mercados nacionales e internacionales.
Durante el evento conmemorativo, la directora del Programa Nacional de Moscas de la Fruta, Maritza Juárez Durán, entregó reconocimientos a 11 colaboradores por 30 años de servicio en la Planta Moscafrut, que junto con la Planta de Cría y Esterilización de Moscas del Mediterráneo (Moscamed) es una de las principales generadoras de empleo y desarrollo en la región del Soconusco.
De acuerdo con datos de la Dirección General de Sanidad Vegetal del organismo de la Secretaría de Agricultura precisan que durante 2022 se produjeron más de dos mil 500 millones de moscas de la fruta estériles y más de 283 millones de avispas parasitoides Diachasmimorpha longicaudata (enemigos naturales de la plaga) en zonas de baja prevalencia y bajo control fitosanitario.
El Senasica opera acciones contra moscas de la fruta nativas en 25 entidades: Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Colima, Durango, Guerrero, Jalisco, Estado de México, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas.
En los estados donde se implementa la Campaña se protegen 692 mil 075 hectáreas de los 20 principales productos hospedantes de la plaga, cuya producción anual es de 8.64 millones de toneladas, que tienen un valor comercial estimado en 32 mil 852 millones de pesos.
En 1992 México puso en marcha la Campaña Nacional contra Moscas de la Fruta, bajo el concepto de manejo integrado de plagas, que incluye colocación de trampas y muestreo de frutos, el uso de métodos de control mecánico, biológico y autocida, es decir se utiliza la Técnica del Insecto Estéril (TIE) para disminuir las poblaciones de moscas en las zonas de producción de frutos.
Estos métodos sustentables representan el principal pilar de protección de la producción de más de 180 especies de frutales y hortalizas de importancia económica en diversas zonas productivas del país.
El establecimiento y mantenimiento de zonas libres de moscas de la fruta permite la comercialización y exportación de frutos sin tratamiento cuarentenario de poscosecha a países como Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y a Japón, así como a la Unión Europea.
Asimismo, al estar ausente la plaga, los productores no tienen que realizar actividades de control, lo que les permite disminuir costos de producción y evitar daños al ambiente al reducir el uso de insumos de origen químico.
Acciones fitosanitarias permanentes
Es de subrayar que los productores asentados en zonas libres de la mosca de la fruta deben seguir aplicando medidas de manejo fitosanitario, con el fin de mantener el estatus.
Durante el primer semestre del año en estas regiones se instalaron ocho mil 214 trampas, en las que se realizaron 192 mil 568 revisiones, y se muestrearon 13 toneladas de frutos hospedantes.
En aquellos huertos en los que se encontraron larvas de la plaga y especímenes adultos se implementaron planes de emergencia, con el fin de controlar los brotes y evitar su dispersión.
En la Zona de Baja Prevalencia se instalaron ocho mil 755 trampas, en las cuales se realizaron 208 mil 968 revisiones y se muestrearon 35 toneladas de frutos.
En lo que respecta a acciones de control, se aplicaron aspersiones con cebo selectivo de forma terrestre en 49 mil 766 hectáreas; se destruyeron 339 toneladas de frutos hospedantes; se instalaron 101 mil 431 estaciones cebo y se liberaron 355 millones de moscas estériles y 92 millones del parasitoide Diachasmimorpha longicaudata.
En la Zona Bajo Control Fitosanitario se instalaron cinco mil 108 trampas, en las cuales se realizaron 114 mil 213 revisiones, y se muestrearon 17 toneladas.
En lo que compete a acciones de control, se aplicaron aspersiones con cebo selectivo en 37 mil 253 hectáreas de forma terrestre; se instalaron 48 mil 352 estaciones cebo; se destruyeron 423 toneladas de frutos hospedantes y se liberaron 111 millones de parasitoides.