
Antonio Macías Ruiz
Por: Antonio Macías Ruiz
SIGUE EL ABANDONO DE LOS PRODUCTORES
Los invito a reflexionar sobre el día mundial de la alimentación. En México y en muchos países, poco o nada para celebrar el pasado 16 de octubre, día mundial de la alimentación.
“Estamos perdiendo la carrera entre producción de alimentos y crecimiento de la población…” afirma el Dr. ANTONIO TURRENT FERNÁNDEZ especialista en producción agropecuaria. Agrega: “Hasta ahora, ni el gobierno ni la sociedad han sentido la presión de lo que significa perder soberanía alimentaria, pero no es difícil imaginar qué ocurrirá en México si el kilo de tortilla alcanza el precio de 50 pesos, lo cual podría ocurrir si en lugar de producir el alimento que consumismos, lo seguimos comprando en el extranjero.”
Hace más de 40 años no producimos alimento suficiente para el consumo nacional. Por tanto, el gobierno no cumple los artículos 25 y 27 de la Constitución Federal que en resumen ordenan proteger la soberanía nacional y los derechos humanos garantizando el abasto suficiente y oportuno de los alimentos básicos. México prácticamente compra la mayor parte del maíz a ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA. Por tanto, seguimos aumentando el riesgo de perder autonomía alimentaria y con ello seguridad nacional,
Tampoco se siguen las recomendaciones de la ONU de apoyar la producción para el autoconsumo en el medio rural como forma de evitar, cuando menos, que la población rural consuma lo que produce. La ONU hace un llamamiento a los países para abordar la alimentación y la agricultura en sus planes de acción climática e invertir más en desarrollo rural, para producir más en la misma superficie de la tierra, usar los recursos naturales de forma juiciosa y reducir la pérdida de alimentos o evitar su destrucción.
En consecuencia, al volvernos dependientes de los productores extranjeros, no solo ponemos en riesgo nuestra seguridad nacional, sino que aumenta la pobreza y por tanto se afectan derechos humanos fundamentales cuyo goce real depende de aumentar la fuentes de trabajo, salario digno y producir alimento suficiente y sano para el consumo nacional.
¿Usted qué opina? Le saluda Antonio Macías Ruiz.