Reconoce FAO a la Milpa Maya Peninsular como Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM)
- Se trata del segundo sistema agrícola de México en recibir este reconocimiento por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
- Conocida también como “Ich Kool”, la Milpa Maya Peninsular es un complejo sistema productivo biocultural que se desarrolla en el sureste mexicano.
- Es resultado de un proceso en el que participaron diferentes actores del sistema “Ich Kool” y de los gobiernos estatales de la región, a lo largo de siete años.
La Milpa Maya Peninsular de Yucatán o “Ich Kool” fue reconocido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) como “Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial” (SIPAM).
En la sede de la FAO en Roma, Italia, el director general de este organismo internacional, Qu Dongyu, entregó el certificado, que es el segundo reconocimiento a un sistema de producción mexicano como SIPAM, después del otorgado al “Sistema de Chinampas” de la Ciudad de México en 2017.
En el segmento de alto nivel de la ceremonia de reconocimiento de los nuevos SIPAM a nivel mundial, en representación del Gobierno de México participó el embajador Miguel García Winder, titular de la Misión Permanente ante las Agencias de las Naciones Unidas con sede en Roma.
En su mensaje a las autoridades de la FAO, representantes de los Estados miembros y de las delegaciones de los sitios que recibieron este reconocimiento, Miguel García destacó la importancia y la vigencia de la iniciativa SIPAM de la FAO, que este año cumple 21 años y que ha permitido orientar un esfuerzo claro para rescatar y promover el legado ancestral e histórico de sistemas agrícolas tradicionales y la importancia de estos para una transformación sostenible de los sistemas alimentarios.
Destacó que la Milpa Maya Peninsular o “Ich Kool” es un complejo sistema productivo biocultural, desarrollado en los estados de Yucatán, Campeche y Quintana Roo, que ha evolucionado a lo largo del tiempo tomando en cuenta el delicado balance que existe en el territorio entre la biodiversidad, el clima, los recursos naturales y las necesidades de los productores, sus familias y sus comunidades.
Explicó que este sistema no se asume sólo como estrategia de autoabasto y supervivencia familiar, sino que también alberga la identidad, la historia, las tradiciones y cosmovisiones de toda una cultura, al tiempo que provee servicios ambientales propios en favor de las comunidades y la sociedad en general: desde la conservación de especies vegetales hasta la coexistencia con ecosistemas de alta biodiversidad.
Al mismo tiempo, reconoció el trabajo que realizan día a día las milperas y milperos de la Milpa Maya, ya que son los que le dan vida a este sistema agrícola que hoy se reconoce formalmente como patrimonio agrícola de la humanidad.
Tras reconocer la historia y las contribuciones de México a la agricultura y la alimentación, el embajador Miguel García expresó el compromiso para seguir trabajando en la difusión del concepto SIPAM en México, y así poder identificar, dentro de la gran tradición agrícola mexicana, otros sistemas que puedan aspirar a ser considerados como parte del patrimonio agrícola mundial.
El reconocimiento de la Milpa Maya de la Península de Yucatán como parte del patrimonio agrícola mundial es el resultado de un trabajo continuo de diversos niveles de gobierno, expertos, académicos y, principalmente, de las maestras y maestros milperos, quienes a lo largo de siete años realizaron un extenso y minucioso trabajo para lograr este reconocimiento.
El reconocimiento como sitio SIPAM fue recibido por la subsecretaria de Planeación para la Sustentabilidad del estado de Yucatán, Diana Pérez Jaumá, y por representantes de las milperas y los milperos de Campeche, Quintana Roo y Yucatán.
La FAO otorga el reconocimiento SIPAM a sistemas agrícolas del mundo a partir de un riguroso proceso que considera los siguientes criterios:
• Que contribuyan a la seguridad alimentaria y al sustento de las comunidades locales.
• Que ilustren diversos usos de la diversidad biológica en el territorio donde ocurren.
• Que se deriven de conocimientos tradicionales de las comunidades locales y que contribuyan a mantener la integridad del sistema agrícola y del paisaje.
• Que sean sistemas regulados por fuertes valores culturales y basados en formas colectivas de organización social.
• Que se traduzcan en paisajes excepcionales derivados del manejo de los recursos de tierras y aguas.
A la fecha, la FAO ha reconocido 74 sitios de 24 países como patrimonio agrícola mundial.