‘Lo que se perdió en el incendio en Notre Dame es irrecuperable’: historiador
Hace un mes el corazón religioso de Occidente se transformó. Durante 12 horas las llamas consumieron el techo y la aguja de la catedral de Notre Dame.
Si bien se desconocen las causas, no hay indicios de que el incendio haya sido provocado, según la Fiscalía de París. Aunque los investigadores detectaron colillas de cigarro en la zona de las reparaciones.
El fuego del pasado 15 de abril transformó el templo y dejó un daño invaluable.
Es perfectamente posible volver a darle a la catedral de Notre Dame de París la misma apariencia que tenía antes de su incendio. Pero es importante entender que esa reconstrucción será solamente en apariencia. Es decir, podemos replicar las partes que se han perdido, a tal punto que solamente un observador atento pueda apreciar la diferencia. Pero no serán las mismas ni tendrán el mismo valor histórico y artístico. Lo que se perdió es irrecuperable, aunque podamos imitarlo miméticamente”, dijo a Excélsior el historiador del arte Miguel Ángel Cajigal Vera, miembro del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios.
El divulgador cultural, que calculó que la afectación es de cerca de 20%, detalló que la prioridad es monitorear los daños durante meses, ya que algunas partes del templo pueden presentar afectaciones posteriores.
Por eso es necesario revisar las obras de arte: órganos, vitrales, cuadros.
Por lo cual afirmó que los cinco años que estableció el presidente, Emmanuel Macron, es un plazo apresurado.
A un mes del siniestro, las donaciones se han concentrado en el templo católico de más de 800 años de antigüedad.
De acuerdo con el sitio de Radio France Internacional, en Francia existen dos mil 800 sitios amenazados.
La Fundación del Patrimonio ha recaudado 218 millones de euros a través de 224 mil 600 donaciones.
Para Cajigal Vera, el incendio revela la importancia de la conservación preventiva.
Es lamentable ver que ahora se ha reunido muchísimo más dinero para reconstruir lo que se ha perdido en Notre Dame del que consiguieron hace unos años para restaurarla. Lo que significa que a las personas nos preocupa más llorar por las cosas que se han perdido que evitar que se pierdan”, afirmó.