100 años de Educación Pública han forjado nuestro México: SNTE
En momentos en que la pandemia por COVID-19 intensifica las interrogantes sobre el futuro, es necesario reflexionar acerca del rumbo de la educación pública para que continúe siendo la gran transformadora de la vida nacional, expresó el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Alfonso Cepeda Salas.
Durante la inauguración del seminario “La Educación del Futuro. A 100 años de la creación de la SEP”, organizado por el SNTE, el maestro Cepeda Salas destacó que
“El México que tenemos se forjó en los salones de clase de nuestras escuelas públicas”, por lo que la conmemoración de este centenario es “para que las generaciones del siglo XXI sepan y tengan muy claro que cien años de educación pública, laica y gratuita han forjado una patria, han impulsado el desarrollo del pueblo, han construido un país de oportunidades”.
Subrayó que la hazaña de la educación pública mexicana y el trabajo de las maestras y los maestros han logrado cohesión social, identidad nacional y progreso de la nación.
“La escuela pública, dotada con lo mínimo, nos lo ha dado todo. La escuela ha sido la institución social, a partir de la cual se articula la comunidad educativa, se crea y recrea el tejido social, se activan las relaciones económicas del entorno inmediato, se vuelve el espacio seguro para la niñez y la juventud, y el eje de la organización colectiva al servicio de los más desprotegidos que, hace cien años eran la mayoría, aunque hoy todavía son demasiados”.
El dirigente nacional del magisterio explicó que uno de los propósitos de las actividades que se efectúan para conmemorar el primer centenario de la educación pública, es hacer un llamado a fortalecer este sector afectado por el confinamiento, producto de la COVID-19.
Advirtió que, si los actores involucrados en la educación no laboran de manera coordinada, la tendencia dominante podría incrementar las desigualdades, pues la interrupción de las clases presenciales puso de relieve las brechas y carencias económicas, tecnológicas, educativas y culturales.
Consideró que es necesario volver al origen fundacional de la SEP y del SNTE “para diseñar la educación del futuro, como imperativo de la profunda transformación de la vida nacional. Reconocer nuestros fundamentos es dotar de valor al esfuerzo que debemos emprender ahora para recuperar el terreno perdido durante la pandemia, para hacerlo sin dejar a nadie atrás y para vencer las inercias que pueden profundizar los rezagos”.