Hasta un 70 por ciento disminuyen ofrendas, donativos y limosnas en iglesias.
Por: José Gregorio Aguilar Torres.
La mayoría de las iglesias que conforman la Diócesis de Victoria tuvieron una caída de entre un 50 a un 70 por ciento en las contribuciones que aportan los fieles católicos.
Sin embargo, los párrocos o sacerdotes, según sea el caso, no han dejado de pagar los servicios de agua, luz, teléfono, así como el sueldo y prestaciones de sus empleados.
Ante esta crisis económica que afecta a los templos católicos, el obispo Antonio González Sánchez, dijo que cada párroco tiene libertad para planear alternativas con el fin de obtener ingresos.
Porque además han surgido gastos adicionales ya que las iglesias también deben cumplir con las medidas para prevenir contagios entre los asistentes, y para ello deben proporcionar gel antibacterial y tapetes sanitizantes.
El líder de la Diócesis concluyó diciendo que los sacerdotes y los responsables de las parroquias tienen la libertad de buscar la forma de ingresar recursos, pero también enfatizó que los fieles católicos están muy conscientes de las necesidades por las que atraviesa la iglesia y que nunca ha faltado el apoyo económico de la gente.