Los propios manifestantes limpian las calles en Ecuador
Miles de manifestantes indígenas, estudiantes voluntarios y residentes locales iniciaron una limpieza masiva el lunes por la mañana en un parque de Quito donde los manifestantes que rechazaban medidas de austeridad lucharon contra la policía durante días, dejando montones de llantas, basura y material de construcción en llamas.
La limpieza comenzó horas después de que el presidente Lenín Moreno y los líderes indígenas llegaran a un acuerdo el domingo por la noche para cancelar el paquete de austeridad en disputa y poner fin a más de una semana del inicio de protestas que paralizaron la economía ecuatoriana y dejaron siete muertos.
Cuando los manifestantes abandonaron el Parque Arbolito y el centro cultural donde acamparon durante días, lanzaron una ‘minga’, un término indígena para un proyecto de trabajo comunitario.
Poco antes, la prefecta -como se llama localmente a la gobernadora- de la provincia ecuatoriana de Pichincha, Paola Pabón, muy cercana al expresidente Rafael Correa, fue detenida por actos vandálicos ocurridos en Quito el fin de semana, cuando encapuchados quemaron el edificio de la Contraloría, atacaron violentamente al canal de televisión Teleamazonas y el diario El Comercio.
La fiscalía lo informó a través de Twitter. Esta es la primera detención de una alta funcionaria pública vinculada al correísmo en torno a la violencia desatada el fin de semana en esta capital y otras ciudades.
El presidente Moreno ha responsabilizado a Correa de ser el autor intelectual de un intento de desestabilización de la democracia ecuatoriana.
Duras movilizaciones indígenas terminaron el domingo, cuando Moreno derogó un decreto que generaba la sustancial elevación de los precios de los combustibles.
Según el acuerdo, Moreno retirará el paquete respaldado por el Fondo Monetario Internacional. Los líderes indígenas, a su vez, pidieron a sus seguidores que pusieran fin a las protestas y los bloqueos callejeros.
Las protestas por el paquete de austeridad provocaron bloqueos de carreteras, cierre de negocios y redujeron a la mitad la producción de petróleo de Ecuador, lo que obligó a detener temporalmente la exportación más importante del país.
La oficina del defensor del pueblo dijo el domingo que siete personas murieron en las protestas, mil 340 resultaron heridas y mil 152 arrestadas.
El gobierno impuso un toque de queda de 24 horas el sábado, permitiendo a las personas moverse libremente por la capital entre las once de la mañana y las ocho de la noche.