¿El consumo de carne roja es benéfico o no?
Un equipo de investigadores internacionales recientemente remeció al mundo de la nutrición al decir que no hay suficiente evidencia para recomendar a la gente reducir su consumo de carnes rojas o procesadas, aparentemente contradiciendo los consejos de prominentes expertos y organizaciones de salud como la Sociedad Americana contra el Cáncer y la American Heart Association.
Pero los investigadores no dijeron que la gente debía comer más carne, o que fuera saludable. No se realizaron estudios adicionales, y ellos no reportaron nuevos hallazgos sobre los efectos de la carne en el cuerpo. En vez de eso, el análisis ofreció un nuevo enfoque sobre cómo aconsejar a la gente sobre su alimentación y salud – y criticaron la manera en que a menudo se hace.
La diferencia expone problemas de investigaciones de nutrición que desde hace mucho han sido reconocidas en el mundo científico: Los estudios de nutrición rara vez son concluyentes, y los riesgos y beneficios alimenticios por lo general son demasiado simplificados.
A la gente le gusta los consejos (cortos) como en las calcomanías de los parachoques de autos”, dio el doctor Walter Willett, profesor de nutrición en Harvard, que ha encabezado estudios vinculando el consumo de carne con padecimientos de salud.
Ahora los expertos de salud debaten sobre qué tan sólidos deben de ser los hallazgos científicos antes de que dar consejos, cómo abordar tendencias que podrían afectar las conclusiones y preguntándose si deberíamos tener en cuenta el placer que sentimos al comer.
El análisis probablemente va a afectar a otros consejos de nutrición ahora que la obesidad se convierte en una preocupación de salud pública cada vez más crítica, y la gente cada vez se frustra más con mensajes contradictorios.
Las investigaciones analizaron estudios previos sobre carnes rojas y procesadas y corroboraron a grandes rasgos los vínculos con el cáncer, enfermedades del corazón y otros males de salud. Pero ellos dijeron que las probabilidades de beneficios de comer menos carne al parecer eran pequeñas o irrisorias.
Por cada mil personas, por ejemplo, recortar el consumo de carnes rojas en tres porciones a la semana estuvo vinculado a siete muertes menos por cáncer. En cuanto a otros males de salud, como apoplejías, la diferencia fue pequeña o no existente.