Plaga de ‘gorgojo’ destruye cientos de cultivos en Honduras
Una plaga de gorgojo descortezador de pino ha afectado este año unas 536 hectáreas de pinares en Honduras, donde la sequía prolongada y las olas de calor generan condiciones propicias para que el insecto se reproduzca más rápido, informó este viernes el Instituto de Conservación Forestal.
Karla Díaz, del departamento de Salud y Sanidad Forestal del Instituto Forestal, dijo que la canícula (época de calor) tiene un impacto negativo en los bosques porque impide que los árboles tengan acceso a agua, lo cual provoca un “estrés hídrico” y un amarillamiento en los pinares.
Agregó que los municipios de Danlí, departamento de El Paraíso, fronterizo con Nicaragua, y Quimistán, del departamento de Santa Bárbara, con 172 y 54 hectáreas, respectivamente, son los más afectados por el gorgojo descortezador.
Ante el rebrote, que se detectó en septiembre de 2018, el Instituto Forestal y un grupo de Municipalidades han emprendidos diferentes tareas para controlar el problema, señaló Díaz.
El Instituto de Conservación Forestal además ejecuta un plan nacional de prevención y control de plagas forestales, así como uno de prevención de incendios, con el propósito de “articular acciones” con las Municipalidades, juntas de agua y patronatos para identificar más brotes y combatirlos.
El principal impacto de no controlar la plaga, según expertos, sería la pérdida del bosque de pino en Honduras, donde además ha mermado el caudal del agua por los efectos del cambio climático y el Gobierno ha declarado la emergencia por la falta del vital líquido, tanto para el consumo humano como para la actividad productiva.
Las autoridades buscan atender y dar una respuesta para evitar una nueva crisis como la ocurrida entre 2014 y 2017, cuando fueron destruidas por el insecto más de 500.000 hectáreas de pinares y dejó pérdidas por un poco más de 200 millones de dólares.
El gorgojo, un insecto de tres milímetros y cuya variedad más destructiva es la Dendroctonus frontalis, inicia sus ataques en pinos debilitados por las sequías, fuegos y altas temperaturas, según las autoridades hondureñas.
Con una extensión de 112.492 kilómetros cuadrados, Honduras pierde de 600 a 800 kilómetros cuadrados de bosques cada año por la tala ilegal y los incendios, muchos de ellos causados por el hombre.
El país es el tercero del mundo más vulnerable a los fenómenos naturales, como la sequía o excesos de lluvia, solo superado por Mozambique y Haití, según organismos internacionales.