En el Día del Amazonas reportan 265 especies en peligro
Los incendios que consumen la selva amazónica brasileña elevan aun más los riesgos a los que se enfrentan 265 especies que habitan esa región del mundo, advirtió la organización WWF, al conmemorarse este jueves el Día de la Amazonia en este país.
En la actualidad, la región alberga 180 especies de fauna, de las cuales 124 son únicas de este bioma, y 85 especies amenazadas de flora. Aunque las Unidades de Conservación (UC) o los Planes de Acción Nacionales (PAN) protegen el 76 por ciento de las especies amenazada, no pueden proteger la fauna y flora de la quema”, refirió.
Para algunas especies en peligro de extinción que son contempladas por alguna medida de protección, como el armadillo gigante, el pecarí de labio blanco y el oso hormiguero gigante, la quema es uno de los principales factores de riesgo para su supervivencia”, destacó el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).
El riesgo es aún mayor para las especies afectadas por el fuego y sin ningún mecanismo de protección. Como por ejemplo la zarigüeya lanuda de hombros negros, que se registró en 1964 en Rondônia, uno de los estados brasileños con las tasas de deforestación más altas. Además estimó que otras 60 especies amazónicas se encuentran en situación vulnerable.
La selva amazónica es el hogar de unas 30 mil especies de plantas, el 30 por ciento de todas las especies en América del Sur. Los bosques son vitales para la salud del planeta, ya que albergan más de la mitad de las especies terrestres del mundo y son uno de los agentes responsables de la mayor cantidad de la captura de carbono, lo que ayuda a mitigar la crisis climática mundial”, resaltó.
Mauricio Voivodic, director ejecutivo para WWF-Brasil, afirmó que es necesario proteger y mantener bosques saludables y productivos. “Debe haber una señal clara del gobierno y la sociedad de que Brasil ya no acepta la destrucción de su principal patrimonio biológico”.
Marcelo Oliveira, biólogo y experto en conservación para WWF-Brasil, explicó que la vida silvestre es crucial para cumplir funciones como la polinización y la dispersión de semillas, así como otras funciones esenciales para la regeneración forestal. “La deforestación y la quema destruyen los hábitats de especies críticas, causando daños durante muchos años”.
WWF refirió que las especies acuáticas también sufren enormes consecuencias. “Esto se debe a que la calidad del agua en la que viven depende directamente de los bosques ribereños en las orillas de los ríos, y otros cuerpos de agua que pueden ser destruidos total o parcialmente por los incendios, así como el impacto de la contaminación causada por las cenizas”.
Con la cuenca fluvial más grande del mundo, la Amazonía alberga una gran diversidad de peces, lo que constituye la principal base alimenticia y una fuente de ingresos para innumerables comunidades ribereñas. “El impacto sobre los ecosistemas acuáticos de la región no solo afecta el equilibrio del bioma en su conjunto, sino que puede tener consecuencias importantes para la economía local”, afirmó Oliveira.
WWF exhortó a los líderes mundiales a declarar una emergencia planetaria y asegurar en 2020 un Nuevo Acuerdo para la Naturaleza y las Personas, y así abordar la crisis climática, proteger la naturaleza que nos queda y hacer que nuestros sistemas de consumo y producción sean más sostenibles.