SIN CORTAPISAS

SIN CORTAPISAS

Por: Claudia Vázquez Andrade
Buscan titular para anticorrupción
Los aspirantes a ocupar la Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción de Tamaulipas, ya pueden inscribirse, porque el Congreso del Estado ya emitió la convocatoria correspondiente, toda vez que el hoy ex titular, Jesús Eduardo Govea Orozco, se convierte a partir de este día y por un período de siete años, en el Fiscal General de Justicia de Tamaulipas.
Claro que, ante el período vacacional por las fiestas decembrinas, el proceso se prolongará hasta finales de enero del próximo año, por lo menos así lo justificó el diputado Humberto Prieto Herrera.
El ex panista refirió que el Fiscal General de Justicia de Tamaulipas, tendrá doble función, porque fungirá también como “Superior jerárquico inmediato de la Fiscalía Anticorrupción”. Esto hasta en tanto haya un nuevo titular en esa dependencia, por lo menos hasta finales de enero próximo, fecha estimada para que las comisiones legislativas correspondientes revisen los expedientes de los aspirantes y determinen quien de ellos o ellas reúnen los requisitos y sea merecedor del nombramiento.
En fin, todo hace indicar que solo será cuestión de tiempo para que todo el aparato de procuración e impartición de justicia de Tamaulipas funcione a la perfección, con un solo objetivo y en una sola dirección.
Fortaleciendo así la esperanza de los tamaulipecos, bueno de la mayoría de ellos, que demandan justicia para el caso del presunto saqueo indiscriminado de las arcas del erario estatal que se presume hicieron los cabecistas, y hasta algunos gobernantes anteriores.
Con el nombramiento del nuevo titular de la Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción de Tamaulipas, termina la etapa de un gobierno que se negaba a morir, a entender que su tiempo había terminado.
Solo esperemos que ahora la voluntad política alcance, no solo a los que se fueron, sino también a aquellos que ahora mismo ejercen el poder y amparados en ello han mal utilizado los recursos financieros, o, bien los han dilapidado por desconocimiento de reglas de operación, o simple gusto del uso de poder.
Por lo pronto, hay que darle tiempo al tiempo, y ver cuantos cabecistas y funcionarios actuales terminan rindiendo cuentas y pagando si fuera el caso, los excesos cometidos al amparo del poder.

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