SIN CORTAPISAS

SIN CORTAPISAS

Por: Claudia Vázquez Andrade
“Alinean” a los jueces
El que es buen juez, por su casa empieza, dice la voz popular, y en el Poder Judicial de Tamaulipas llevan a cabo un proceso de revisión de al menos 35 jueces, algunos por dilación, y claro que no podría ser de otra manera, porque cuentan precisamente con el Tribunal de Disciplina Judicial para garantizar el orden y la correcta aplicación de justicia.
Tal parece que la creación del Tribunal de Disciplina Judicial fue un acierto porque garantiza al ciudadano común la aplicación pronta y expedita de la justicia, además de la garantía de que su inconformidad por irregularidades en el desarrollo del proceso, o bien en el fallo final, será escuchada y analizada.
Ejemplo de atención en denuncias ciudadanas, ya hay varias, como es el caso de la jueza del sur del Estado, que fue cesada por presuntamente beneficiar fuera de la ley a una de las partes en un litigio de carácter familiar.
O la Jueza que fue reasignada por la imposición de una multa exagerada a una abogada que evidenció su desconocimiento en los juicios orales al “brincarse” un paso del procedimiento,
Y así, ahora mismo son al menos 35 casos de jueces que están en revisión del Tribunal de Disciplina, y eso lo confirmó la Presidenta del Supremo Tribunal de Justicia en Tamaulipas, Tania Contreras López, misma que reiteró el compromiso de no permitir excesos o fallas de los juzgadores.
Desde hace varios años, los tamaulipecos demandaban acciones como estas, porque se tenía la percepción que el Poder Judicial de Tamaulipas, y quizás de todo el país, era amo y señor, a tal grado que sus acciones o determinaciones eran inapelables, y no porque la ley así lo consignara, sino porque los responsables de atender las denuncias en ese sentido, pues eran juez y parte, en pocas palabras, los mismos.
Esperemos que, en esta nueva temporada, si es que podemos llamarle así, los nuevos responsables del poder judicial, no se pierdan y se presten a “torcer” la ley por unos pesos, como se asegura sucedió con los que se fueron, y que tampoco los doblegue otro poder, como también se presume que sucedió.
Y esta presunción nace precisamente de los pocos resultados obtenidos en los casos consignados en contra de los ex funcionarios cabecistas, de los cuales solo hay un sentenciado y pese a ello sigue en libertad.
En fin, el punto es que las reglas del juego han cambiado, y ahora los juzgadores están sujetos a una supervisión que les impide violentar la ley, y en caso de hacerlo, el tribunal tiene las facultades suficientes para cesarlos.
Ahora sí que como dirían en el pueblo; sobre aviso no hay engaño.

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