SIN CORTAPISAS
Por: Claudia Vázquez Andrade
Monreal al estilo del PRI
Dicen que la política es un arte, y sin lugar a dudas que sí lo es; los tiempos idos dejaron constancia con la llamada vieja guardia, tanto del PRI como del PAN, donde la negociación y los acuerdos eran el camino correcto para logar la gobernabilidad sin contratiempos, aunque al final del camino el ejercicio del poder se ejerza a plenitud y a rajatabla si hubiera la necesidad.
Esta reflexión viene a tema por la posición que adoptó el actual diputado federal Ricardo Monreal Ávila, quien no solamente escuchó el posicionamiento del PRI de Alito Moreno y del PAN de Jorge Romero, sino que intervino para posponer el debate sobre la iniciativa que propone empatar la consulta de revocación de mandato con las elecciones federales del 2027.
El presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso Federal, fue más allá, al garantizarle a la oposición un proceso con dialogo y sin imposiciones ni prisas.
Cuando en realidad, propios y extraños esperaban la imposición que da la mayoría parlamentaria, sin embargo; el ex priista recurrió al arte de la política, que insisto es escuchar, dialogar y construir acuerdos.
¿Les va a cumplir?, no lo sabemos, pero muy seguramente tendera los puentes de dialogo, y tratará de construir acuerdos como en los viejos tiempos de su militancia priísta, aunque al final se actúe de acuerdo a las circunstancias y a los intereses.
Porque se quiera reconocer o no, en el priato, cuando el panismo era una oposición real y jugaba con seriedad su papel, se actuaba de esa manera, aunque al final cedieran, bien fuera a la fuerza del poder, o sus delicias, pero se llegaba al pleno, como decían ellos, con los temas ya “planchados”.
Ahora las cosas en este sentido, por lo menos hasta hace poco, eran distintas; el uso del arte de la política se había olvidado y simplemente se ejerce el poder, por ello llama la atención la actitud adoptada por el ex priístas Ricardo Monreal, que da muestra con ello del papel que está jugando en la gobernabilidad del país, y la importancia de llegar a los acuerdos sin mayores contratiempos.
Porque finalmente se tiene que tener claro y presente que el ejercicio del poder y uso medido de la política puede mantener en equilibrio a propios y extraños.
Bien dicen, el colmillo retorcido no se forma nada más por el paso del tiempo.