
Enfrenta Victoria rezago histórico de obra pública en Ciudad Victoria
José Gregorio Aguilar
En 2022, el alcalde Eduardo Gattás lo dijo sin rodeos: “De las 31 capitales del país… Victoria es la más feita.”
Han pasado cuatro años desde que asumió el cargo.
Y sí, Victoria no está igual… está peor.
Pero ahora, Gattás guarda silencio y prefiere imaginar una ciudad que solo existe en su cabeza.
Mientras el alcalde presume avances, la diputada local Katalyna Méndez lanza una advertencia que desarma el discurso oficial:
Ciudad Victoria enfrenta un rezago histórico en infraestructura, especialmente en su red hidráulica, y sigue siendo “la ciudad más descuidada del país”.
“Cada administración llega y dice que no cuenta con los diagnósticos ni con los estudios de la anterior. Se van y se llevan todo. Eso afecta directamente el patrimonio de las familias victorenses.”
Las calles se restauran, sí. Pero las tuberías tienen más de 60 años.
Y por eso, las fugas revientan el pavimento una y otra vez.
La diputada lo dice claro: sin cambiar lo que está debajo, no sirve lo que se pinta encima. “No podemos seguir restaurando calles si no cambiamos las redes hidráulicas”.
La propuesta de Méndez es elevar los proyectos de infraestructura a rango constitucional, para que ningún alcalde pueda borrarlos o ignorarlos.
También reconoció que los basureros irregulares siguen apareciendo, y que la limpieza es temporal y sin coordinación real.
Ironía pura: una diputada de Morena reconoce el abandono que el alcalde de Morena calla. Gattás lo dijo en 2022: “Victoria es la más feita”. Hoy, ni siquiera se atreve a repetirlo.
La página de transparencia no funciona, las obras no tienen continuidad, y Victoria sigue rota.