SIN CORTAPISAS

SIN CORTAPISAS

Por: Claudia Vázquez Andrade

El buen juez…

“El que es buen juez, por su casa empieza”, reza un refrán popular, y el gobierno de la cuarta transformación en Tamaulipas debería adoptarlo en cuanto a llamar a cuentas a los alcaldes morenistas que reprobaron sus cuentas públicas. Hasta hoy, ha quedado claro que el actual gobierno tiene voluntad política por cerrarle el paso a la corrupción, por no dejar pasar el abuso y saqueo de los que se fueron. Hasta ahí, el ciudadano común lo festina, pero, también sería sano que todas aquellas irregularidades que ha encontrado la Auditoría Superior del Estado en las cuentas públicas de los municipios gobernados por morenistas o de otros partidos, también fueran llamados a cuentas. Porque, por lo menos hasta hoy, no se ha ventilado públicamente quienes de esos alcaldes y ex alcaldes han logrado solventar las observaciones que les hicieron. Ejemplos hay suficientes, como sería el caso de la Comapa de Matamoros, que tendría que comprobar el gasto de poco más de cuatro mil millones de pesos, y otras observaciones, todas ellas correspondientes a la administración del ex alcalde Mario López “La Borrega”. De la Comapa de la Zona Conurbada, la misma Auditoría Superior, reveló inconsistencias por el orden de los mil 500 millones de pesos. Comapa Victoria no quedó fuera de esas observaciones, y debería comprobar 500 millones. Amén de la mayoría de los llamados municipios “chicos” que también les fueron rechazadas las cuentas públicas. Y de estos casos comentados, solo hablamos de las Comapas, pero del ejercicio de sus administraciones también fueron observados, y quizás por los mismos tiempos establecidos, el órgano de control, ni el mismo congreso del Estado, ha revelado el estatus que guardan cada uno de ellos. Creo que está de más decir que el ciudadano común sigue demandando honestidad y transparencia en el ejercicio del poder y de los recursos, de ahí que espera que la procuración e impartición de justicia no se detenga por colores o ideologías políticas. En pocas palabras, que se deje de lado la frase aquella: aplíquese la ley en los bueyes de mi compadre.

 

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