
SIN CORTAPISAS
Por: Claudia Vázquez Andrade
Bruno; el Quijote del PRI
El Partido Revolucionario Institucional se resiste a morir, bueno, por lo menos el de Tamaulipas, porque su dirigente estatal, Bruno Díaz Lara, no baja la guardia ni cede en el intento por reivindicarlo y mantenerlo en el ánimo del electorado.
Si bien es cierto que el PRI está en su peor momento en todos los sentidos, pero sobre todo en cuanto a la aceptación ciudadana, también es cierto que el “Batman”, como le llaman a Bruno Díaz, es un fiel creyente del tricolor y está convencido que, aunque con mucho trabajo de “campo”, logrará posesionarlo de nuevo.
Claro que, aparejado a la política de contacto ciudadano, se ha convertido en crítico de las fallas del gobierno, que no son pocas.
Y habrá que reconocer que Bruno es el único que levanta la voz, y nadie más lo secunda, cuando se esperaría que personajes como la diputada local Mercedes del Carmen Guillen Vicente, o regidores como José Benítez Rodríguez, hicieran lo propio, no tanto para demeritar el trabajo de los morenistas, sino para demostrar a lo que queda de los priístas que el partido está presente en la vida diaria del Estado y del país.
El punto es que Bruno Díaz no está dispuesto a entregar lo que queda del PRI, por ello tampoco permanece callado y hace señalamientos al partido en el poder, como lo hizo al asegurar que: “El cambio que pregonan es un engaño” y que “Senadores, diputados, y hasta funcionarios federales de Morena vienen del PRI” pero fue más allá, al dejar claro que no se anda con rodeos que “lo peor del PRI hoy está en Morena”, sentenció.
Aunque para nadie es un secreto que Morena fue invadida por priístas, panistas y otros “políticos” del desaparecido PRD, Bruno DíaZ, asegura que por lo menos el 80% de la militancia morenista, son ex priístas, y a muchos de ellos los califico de “traidores” que representan lo más cuestionable del partido que los formó.
Queda claro que el compromiso de Bruno Díaz Lara no es fácil, desafortunadamente los excesos cometidos por los gobiernos emanados de su partido el tricolor fueron muchos.
No solamente abusaron del ejercicio del poder, sino que saquearon las arcas del erario sin castigo alguno, lo que provocó que en Tamaulipas se diera la primera alternancia con el gobierno panista, que a la postre resultó ser más de lo mismo.
Hoy se escribe una nueva historia política con Morena, y aunque el PRI, bueno su dirigente estatal está convencido que no será diferente dado sus operadores tricolores, los tamaulipecos albergan la esperanza de que haya un cambio y con ello, justicia.
Por lo pronto, ahí está Bruno Díaz Lara, enfrentando una lucha con su espada y su lanza como el quijote.